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Viajando por la Costa del Azahar

Castellón de la Plana es, probablemente, la localidad más importante de la Costa del Azahar (Comunidad Valenciana), además del punto de partida de nuestro viaje en autocaravana o camper. Con más de 180.000 habitantes y un clima con temperaturas suaves durante todo el año, este municipio presenta una estructura arquitectónica abierta y luminosa, con una notable vinculación al mundo del mar.

Castillo del Papa Luna de Peñíscola.

Pernocta

Más allá de los emplazamientos que podemos usar para la pernocta de forma improvisada, durante la ruta en camper o autocaravana que os proponemos existen también, como es lógico por la importancia de sus enclaves, multitud de áreas de autocaravanas y campings donde poder acceder además a servicios como vaciado de residuales e inodoro químico, electricidad o recarga de agua entre otros.

Por su amplitud en número, consideramos oportuno ofreceros la lista de los mismos en la ficha donde ampliamos información en todos nuestros reportajes, para que seáis vosotros mismos los que elijáis entre tanta oferta, cual se ajusta más a vuestras necesidades.

Punto de partida: El Grao

Nuestra ruta en autocaravana o camper comienza en El Grao, el barrio marítimo de Castellón y la puerta de entrada al mar Mediterráneo. Está a unos 4 km del centro de la ciudad por la avenida del Mar o la avenida Hermanos Bou. Se puede ir con la autocaravana o camper hasta allí y aparcarla por la zona, o aprovechar para dar un paseo andando o en bici por los carriles habilitados desde el centro de la ciudad. Pincha aquí para ver la ubicación de la zona.

Torre el Fradí y Catedral de Castellón de la Plana.

Entre los lugares más emblemáticos de El Grao, destaca la plaza del Mar, el Real Club Náutico y, por supuesto, el puerto pesquero. Desde allí parten algunos de los barcos que permiten realizar excursiones a las Islas Columbretes, o rutas para conocer la costa. El Grao también es el mejor lugar para degustar los platos más típicos de la gastronomía castellonense, entre los que destacan pescados como la dorada, el atún o la lubina, cocinados a la plancha o a la espalda; y los arroces con carne o marisco.

Los que prefieran las tapas, pueden probar los chipirones, los mejillones de roca (al vapor), las almejas o los boquerones. De vuelta al casco antiguo de Castellón, te aconsejamos recorrer a pie sus calles más céntricas, visitando algunos de sus monumentos más representativos: la iglesia de Santa María la Mayor (concatedral), basílica del Lledó, el ayuntamiento, las plazas Mayor, de la Pescadería y de Santa Clara, el casino antiguo, el mercado central, etc…

De sur a norte

Vista aérea de Benicassim.

Después de pasar unos días en esta bonita ciudad y relajarnos en alguna de sus magníficas playas, como la del Serradal, subiremos a bordo de nuestra autocaravana o camper y abandonaremos Castellón de la Plana por la N-340 en dirección a Benicàssim. Este municipio es famoso por la calidad de sus playas y, sobre todo, por sus festivales, que atraen cada año a un mayor número de turistas venidos de todo el mundo.

El más conocido es, sin duda, el FIB, que congrega a importantes artistas del pop español e internacional cada mes de julio. Otros de los eventos que acoge Benicàssim a lo largo del año son el Festival de Blues (en junio) y el Rototom Sunsplash, un referente para los amantes del reggae que tiene lugar tradicionalmente a mediados de agosto.

Desde Benicàssim podemos tomar la carretera CV-147 para llegar hasta el paraje natural del Desierto de Las Palmas, una serranía con materiales del paleozoico y una gran cantidad de pizarras, muy típicas de la provincia de Castellón. Desde sus picos más altos, se pueden observar el alicantino Montgó o la reserva marina de las Islas Columbretes. Pincha aquí para ver su localización.

Volvemos a la carretera de la costa para seguir avanzando por el litoral castellonense y llegar a Alcossebre. Siguiendo por la N-340 llegarás a esta localidad, donde abundan las calas recogidas y los acantilados, dibujando un paisaje precioso lleno de contrastes.

La villa de Alcalá de Xivert, próxima parada de nuestro viaje, alberga un monumental campanario de 68 metros de altura que merece la pena visitar. Los amantes de la naturaleza no pueden perderse los parques naturales de la Sierra de Irta y del Prat de Cabanes-Torreblanca, en las inmediaciones de la localidad.

Vista panorámica de Benicassim.

Peñíscola, una joya mediterránea

Puerto y casco viejo de Peñíscola.

Un poco más al norte, a poco más de 20 kilómetros, se emplaza Peñíscola, un tesoro en pleno Mediterráneo con una magnífica playa y grandes atractivos turísticos. Podemos dejar aparcada la autocaravana o el camper en la zona del puerto pesquero y subir a pie por las callejuelas que conducen al castillo del Papa Luna, uno de los monumentos más visitados en la Costa del Azahar.

Pincha aquí para ver la ubicación de la zona de aparcamiento. Su dirección es Av. Akra Leuka, 420, 12598 Peñíscola, Castellón.

Fue construido por los templarios en el s.XIII y, 200 años más tarde, se convirtió en la residencia del papa Benedicto XIII, quien murió allí a los 96 años de edad. Estéticamente, se engloba dentro del estilo aragonés, austero y desnudo de toda ornamentación, aunque resulta igualmente majestuoso para quienes lo visitan.

A su lado se encuentra la Ermita de la Virgen de la Ermitana, con una planta de cruz latina y dos capillas a cada lado, y unos jardines muy bonitos. Muy cerca también está el faro, con un encanto especial y unas vistas magníficas.

Puerto de Peñíscola, Castellón.

Para llegar hasta allí, tendremos que cruzar las murallas de Juan Bautista Antonell y nos adentraremos en un laberinto de calles que se cruzan y están llenas de restaurantes y tiendas con productos típicos. En alguna pastelería podrás degustar los dulces del Papa Luna, los más famosos de la localidad.

Están hechos a base de almendra y nueces, con vainilla, y se pueden comprar durante todo el año. Después, en el casco histórico visitamos también la parroquia de la Virgen de Santa María, el portal Fosc, y el portal de San Pere o del Papa Luna, que lo mandó construir en 1414.

Por último, puedes visitar el museo del Mar, emplazado sobre el Baluarte del Príncipe, un lugar emblemático de la ciudad que rinde homenaje a la tradición marinera de la localidad. Vuelve a la autocaravana para poner rumbo a nuestra última parada: Benicarló, con unas playas excelentes.

Punto final: Benicarló

La ciudad tiene sus orígenes en la época árabe, cuando se fundó una alquería llamada Beni-Gazló. A partir de 1920, en sus campos se plantaron naranjos, frutales y diversos tipos de hortalizas que hoy son grandes atractivos de la ciudad. Sin duda, la verdura más conocida en Benicarló son las alcachofas, que cuentan con su propia denominación de origen y una fiesta en su honor en el mes de enero, que en 2014 celebró su 21º edición.

En el plano cultural y patrimonial, Benicarló alberga algunos monumentos que merecen una visita, como la iglesia de San Bartolomé Apóstol, del s.XVIII, el convento de San Francisco y el museo Histórico-Arqueológico municipal. Por la tarde, además de pasear por las bonitas playas de la localidad, se puede ir hasta el puerto pesquero y la lonja para ver de primera mano cómo desembarcan el pescado fresco y el peculiar sistema de subasta del mismo.

Iglesia de San Bartolomé, Benicarló.

¿Dónde dormir?: Descárgate la app Autocaravanas y encuentra el área de pernocta o camping con área para autocaravanas más cercano durante la ruta por la Costa del Azahar. Y si prefieres llevarte la guía en papel, puedes adquirirla aquí.

Seguro que os ha resultado útil e interesante esta ruta, así que ¡enviadnos vuestros viajes para que podamos inspirarnos, compartir y coleccionar más momentos inolvidables!

Créditos de las imágenes: AlexTihonovs/shutterstock.com, IakovFilimonov/shutterstock.com, josfor/shutterstock.com, jordilroig/flickr.com

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