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De ruta por el Románico leridano

Entre los siglos XI y XIII tiene lugar una explosión artística y arquitectónica dominada por las bóvedas de cañón y el arco de medio punto, hablamos del arte románico que en Lleida caló de una forma muy particular dejando una importante cantidad de iglesias, catedrales y monasterios que junto con las cumbres y valles del Pirineo forman un precioso paisaje para recorrer con nuestra autocaravana o camper.

Valle de Taüll en el Pirineo catalán.

Pernocta

Durante la ruta en camper o autocaravana que os proponemos existen, como es lógico por la importancia de sus enclaves, multitud de áreas de autocaravanas, gratuitas y de pago, así como campings donde poder acceder además a servicios como vaciado de residuales e inodoro químico, electricidad o recarga de agua entre otros.

Por su amplitud en número, consideramos oportuno ofreceros la lista de los mismos en la ficha donde ampliamos información en todos nuestros reportajes, para que seáis vosotros mismos los que elijáis entre tanta oferta, cual se ajusta más a vuestras necesidades.

Partiendo de Lleida ciudad

Vista de la Seu Vella de Lleida © Sansen, Laurent.

Empezamos nuestra ruta en Lleida por ser la ciudad catalana en la que se incorporan, por primera vez, a los templos cristianos detalles ornamentales del arte andalusí realizados por maestros musulmanes. A esa fusión cultural y arquitectónica se le conoce con el nombre de Escuela de Lleida y tuvo gran repercusión en el resto de Catalunya, en Aragón y en la Comunidad Valenciana. El monumento más imponente de la ciudad es la catedral Seu Vella, ubicada en lo alto de una colina.

Hay que prestar especial atención al trabajo escultórico que adorna los capiteles del interior del claustro y de las seis portadas románicas.

Muy cerca de la catedral podemos visitar la iglesia de Sant Martí y la de Sant Llorenç. Antes de abandonar la ciudad una parada obligada es el palacio de la Paeria que aunque su origen es románico ha sufrido tantas reformas y ampliaciones que en él se pueden apreciar diferentes estilos arquitectónicos.

Aprovecharemos para comer en Lleida por la oferta gastronómica que nos ofrece, que va desde restaurantes internacionales a establecimientos tradicionales en los que degustar caracoles, setas (solo en temporada) y las famosas verduras y hortalizas de la huerta catalana.

Panorámica de la Seu Vella de Lleida © Sansen, Laurent.

Disfrutando del paisaje entre entre Áger y Tremp

Desde Lleida cogeremos la C-12 hacia el norte para llegar a la villa de Áger, un pintoresco pueblo encajado entre las sierras de Montsec d’Ares y de Montclús en el que tendremos que ver el monasterio de Sant Pere, erigido en el s.XI. Si continuamos un poco más por la carretera podremos visitar el castillo de Mur y la colegiata de Santa María, dos majestuosos edificios con espléndidas panorámicas.

La siguiente parada la haremos en Tremp, donde podemos encontrar una buena ubicación para pernoctar ya que muy cerca de esta localidad encontramos un área de servicio para autocaravanas. En Tremp se encuentra la iglesia de origen románico, Santa Maria de Valldeflors.

El encanto del Valle de Boí

Antigua colegiata de Santa Maria de Valldeflors de Tremp.

Son 67 kilómetros los que separan las localidades de Tremp y Durro. Durante el camino podremos disfrutar de bonitos paisajes y de muchas curvas por lo que el tiempo estimado de llegada puede ser de entre hora y media y dos horas. A pesar de ello, el trayecto merece la pena porque en el destino nos espera un precioso pueblo de arquitectura montañesa en el que visitar la iglesia de la Nativitat de Déu, construida a principios de s.XII y compuesta por una sola nave con bóveda de cañón y un sobresaliente campanario de cinco plantas. Otra localidad de gran belleza dentro del valle es Taüll, que a pesar de las nuevas viviendas construidas para el esquí continúa conservando un encantador casco histórico.

 

A pesar de su reducido tamaño, Taüll llegó a tener cuatro iglesias en la Edad Media, aunque a día de hoy solo se conservan las de Sant Climent y la de Santa María. La primera de ellas, situada a la entrada del pueblo, es un buen ejemplo del románico europeo con sus tres ábsides y un campanario de 22 metros.

Santa María de Taüll © Tur, Francesc.

En el corazón del Pirineo

Iglesia románica de Bossost.

70 kilómetros separan Taüll de Bossots, nuestra siguiente parada. Su cercanía a la frontera francesa ha influenciado el estilo arquitectónico y urbanístico especialmente en la construcción del paseo junto al río y la carretera. En Bossot descubriremos la iglesia de la Era Assumpció de María, un templo, que aunque fue restaurado, todavía conserva su estructura original de tres naves con 3 ábsides semicirculares y una torre de tres pisos adornada con ventanas geminadas. Abandonamos esta pequeña localidad para dirigirnos a Vielha, un pueblo encantador que cobra una vida especial durante la temporada de esquí por su cercanía a la estación de Baqueira Veret.

Vielha es un pueblo para degustar con los cinco sentidos por la gran variedad y calidad de sus restaurantes. A menos de 10 kilómetros de Vielha se encuentran dos pequeñas localidades que también merecen una visita, hablamos de Salardú y de Unha. En la primera se encuentra la iglesia de Sant Andreu en la que podemos observar elementos tanto del románico como del gótico.

La ubicación de esta iglesia sobre los antiguos vestigios del castillo medieval, nos permitirá comprender el papel que jugó Salardú como capital de Naut Aran. En Unha nos esperan unas espléndidas vistas del valle y del glaciar de La Maladeta. A pesar de su reducido tamaño aquí podemos contemplar dos edificaciones de gran interés, la iglesia románica de Santa Eulalia y Cò de Brastet, un edificio señorial del s.XVI con torres en ángulo y un magnífico portal renacentista.

Sant Climent de Taüll © Tur, Francesc.

Aventuras en la comarca de Pallars sobirá

Abandonamos el Vall ‘Arán para adentrarnos en la comarca de Pallars Sobirá, la última etapa de nuestra ruta pero no por ello la menos impresionante. Los que busquen liberar un poco de adrenalina y practicar deporte han llegado al destino perfecto puesto que en esta zona podremos combinar las visitas a los templos con deportes de aventura como rafting, canoas, BTT o descenso de barrancos.

El Valle de Isil es uno de esos rincones para disfrutar con calma, un paraje casi virgen alejado del turismo de masas perfecto para terminar esta ruta. La iglesia mejor conservada del valle es la de Sant Joan, en la propia localidad de Isil, un perfecto ejemplo del románico tardío.

Seguro que os ha resultado útil e interesante esta ruta, así que ¡enviadnos vuestros viajes para que podamos inspirarnos, compartir y coleccionar más momentos inolvidables!

Créditos de las imágenes: SantiRodriguez/shutterstock.com

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