Siento profundamente tener que escribir en estos términos, pero estoy viviendo una realidad que más bien podría estar sacada de un cuento de terror o ciencia ficción, o más bien de una broma pesada.
El pasado mes de mayo, me pongo en contacto con General Wolder en Santander, puesto que, al parecer el distribuidor que tenían en las cercanías de donde vivo ya no vende productos de Wolder. Aún así y tras mantener una conversación con uno de sus comerciales, decido trasladarme desde Madrid hasta Santander a recoger el carro tienda, (Wolder Tuareg). Hasta ahí todo bien. Me marcho de vacaciones junto a mi familia (mujer y dos niños pequeños) con destino a Suiza y , en las inmediaciones de Calatayud las dos ruedas del carro se deforman, quedando inservibles (hacer mención que es el primer viaje que hago con el carro tienda), por lo que me veo obligado, al ser domingo, a avisar a una grua y a quedarme en un hotel hasta el día siguiente, lunes que, por fin consigo comprar lar dos ruedas. Continuo viaje y llego a Barcelona, donde me percato que el toldo playero que me han vendido junto al carro no es el suyo y no lo puedo montar, situación esta que se soluciona a través de un comercial de Wolder que está en las inmediaciones de Barcelona. Salvado este inconveniente continúo viaje y llego a Suiza, dos dias buenos de sol y se pone a llover, bueno en principio un inconveniente, pero soy usuario de carro tienda desde hace ya bastantes años y conozco sus pegas ( he de mencionar que antes tenía un Inesca marsella y que me ha llovido y granizado hasta la saciedad, sin ningún problema), nos acostamos y a eso de la 1 de la madrugada me percato que el colchón está empapado de agua, así que nochecita en el coche. Aún así, a la mañana siguiente, se seca, desmontamos y nos marchamos a otra zona de Suiza, volvemos a montar y comienza a chispear, al momento el carro se empieza de nuevo a calar. Saco fotos de lo que me está ocurriendo, incluso videos. La situación me obliga a pernoctar de nuevo en un hotel en Suiza (ojo con sus precios y 4 persona …), así que para intentar aguantar compro un iglú y nos quedamos otros dos días más. El problema, desde mi punto de vista, una costura de color amarillo que lleva en el frontal,y lateral del carro en la lona que permite el paso del agua. Bueno, a la vuelta en España dejo el carro en General Wolder en Santander, me cambian la lona entera por una nueva, ya que se negaron a devolverme el dinero y no he vuelto a montar con lluvia. Pero lo más interesante, les reclamo las facturas de las ruedas que he tenido de comprar, así como los hoteles y gastos que he tenido por motivo del mal funcionamiento del carro tienda y se niegan en rotundo hacerse cargo de los mismo. Así que CUIDADO CON WOLDER, vender te venden bien, pero luego no son consecuentes cuando un producto suyo da problemas. C U I D A D O.
.
