fbpx
InicioEspañaAragónLa Sierra de Albarracín en autocaravana

La Sierra de Albarracín en autocaravana

Os propongo una ruta por una región agreste, poco conocida y con un encanto fuera de lo común: la provincia de Teruel. Desde los Montes Universales hasta el Maestrazgo, pasando por las sierras mineras de la gran meseta turolense.

Benimar Tessoro 2018

La sierra de Albarracín

La cordillera Ibérica es un conjunto de sierras y macizos que discurre de noroeste a sudeste de la península y separa la meseta central de la depresión del Ebro; desde las castellanas tierras de Soria hasta casi los confines de Teruel con Levante. En ella se encuentran los Montes Universales, casi al límite del Sistema Ibérico, frontera natural entre las provincias de Teruel, Guadalajara y Cuenca.

Allí se ubica la Sierra de Albarracín. No son cumbres muy elevadas (máximo de 1.900 m), pero están repletas de fósiles petrificados, apretados bosques de pinos altos, que perfuman el ambiente con olor a resina, pinaza y madera, con multitud de excursiones para visitar grutas, rincones maravillosos donde practicar la pesca de río, infinidad de caminos para recorrer en bici y una incomparable belleza para los amantes de la vida al aire libre.

Con poca explotación turística (algo habitual en toda la provincia de Teruel), lo que se manifiesta en unos precios asequibles en establecimientos de restauración, bares, tiendas, campings, etc.

Vista nocturna de Albarracín.

Otro factor a tener en cuenta es el clima seco. Cierto es que, por el día, en verano, hace calor, no en vano estamos ubicados por encima de los 1.000 metros de altitud, pero sentados a la sombra, ya sea en una terraza, ya sea bajo un pino, no se tiene calor y, al atardecer, mejor contar con un jersey y dormir con manta, ya que la temperatura baja considerablemente.

Ubicados en la zona, hay que visitar ineludiblemente la ciudad medieval de Albarracín. Monumento nacional desde el pasado siglo, se trata de una localidad de poco más de 1.000 habitantes, aunque en verano diría que quintuplica sus habitantes.

Al pasear por sus calles no se puede evitar imaginar al capitán Alatriste al doblar una esquina, o mirar con cierta prevención hacia los balcones para evitar que nos rocíen al grito de “¡agua va!”. Y ya que estamos allí, nos podemos derretir saboreando un buen ternasco aragonés, setas de la zona (muy conocido el boletus edulis que allí llaman “hongos porros”), estofados de jabalí o ciervo, el guiso de toro o la humilde trucha con jamón (de Teruel, claro) aderezada con setas y langostinos, que obviamente no son turolenses.

Por último, en Albarracín (y a lo largo y ancho de los Montes Universales) disponemos de áreas para nuestras AC’s y varios campings con un servicio aceptable, si bien hay que tener mucho cuidado al movernos debido a las ramas de los pinos.

La cuenca minera

De allí saldremos hacia la cuenca minera de pueblos de profunda raigambre minera como Escucha, Utrillas, Albalate del Arzobispo, entre otros, para compaginar la visita a antiguas minas y museos de la minería con las maravillosas hoces del rio Martin.

Tomando la carretera A-1512, tendremos oportunidad de conocer parte de la meseta de Teruel, los anchos campos de cereal y la crudeza de su clima, ya sea en el helador invierno o el abrasador verano (por el día, que por la noche es fresco y agradable), y pasaremos por el aeropuerto de Teruel, no abierto al tráfico comercial.

Tan solo para mantenimiento y aparcamiento de todas las aeronaves que vuelan por Europa, donde, en estos meses de confinamiento, se ha llegado a agotar la zona de aparcamiento con más de 125 aviones, entre las que se encontraban nueve unidades de A380, actualmente la aeronave de pasajeros más grande del mundo.

Esta superficie pertenece al municipio de Caudé, donde tomaremos la autovía A23, poniendo rumbo a Zaragoza. A 54 km, en Caminreal, dejaremos la autovía para coger la N-211 en dirección a Alcañiz.

Por cierto, en Caminreal, y justo al abandonar la autovía, hay un área de servicio amplia y bien dotada en la que se puede pernoctar perfectamente; dispone además de restaurante y tienda bien surtida y abierta toda la noche, con un secadero de jamón serrano que merece la pena probar. Tiene zona de lavado para camiones en la que podemos quitarnos la pinaza acumulada en la baca durante los días anteriores.

Los pueblos con encanto

Ya en la N-211 y a otros 54 km llegaremos a Escucha, habiendo pasado por pueblos con un especial encanto como Bañón, Cosa, Martín del Río (primer contacto con el río de su mismo nombre) y Utrillas. Pasado el pueblo de Martín del Río, a 2 km, nos desviaremos a la derecha, para tomar la N-420 en dirección a Escucha. En total son 8 km de recorrido.

Escucha es una población de menos de 1.000 habitantes. Hasta finales del siglo pasado vivía de la extracción de lignito. Pero la excesiva contaminación de CO2 que produce el carbón al ser quemado y la orografía de la zona que dificultaba el acceso para su transporte, junto con la aparición de otras explotaciones, acabaron con la extracción minera.

El Museo minero, único en Europa, con un tajo natural de extracción de carbón, al que se accede tras descender más de 200 metros de profundidad montados en una vagoneta con una considerable pendiente. Realmente interesante para conocer el trabajo en una mina.

Parque Cultural del Río Martín.

Pero, en mi opinión, lo más bonito es el paisaje en torno al río Martín. Los cañones esculpidos por el río y las pinturas rupestres que allí se encuentran. El Parque Cultural del Río Martín cuenta con centros de interpretación donde nos proporcionarán todo tipo de explicaciones.

Estos pueblos son muy acogedores, de gente llana y amable, siempre dispuesta a ayudar, con un ligero punto de socarronería, pero divertidos y con la verdad por delante. Con una gastronomía que destaca principalmente por la naturaleza y frescura de sus productos, la calidad de sus guisos y el amor con el que han sido cocinado.

He de reconocer que, en cierta ocasión, tras comer a cuerpo de rey en un restaurante familiar, y al ver la cuenta, me sentí avergonzado por lo poco que cobraban.

Y para pernoctar disponemos de un área para AC’s totalmente gratuita donde cambiar aguas y wc-químico, aunque poco concurrida y cerca del núcleo urbano.

Podremos seguir el camino hacia Alcañiz, pasando por Montalbán, villa fortificada en siglos pasados, Alcorisa, ya con más de 3.000 habitantes, donde disfrutar de sus campos de olivos y el típico “fulladre” (especie de pizza de cebolla, tomate y pimiento, pero mucho más sabroso), y Calanda, tierra de tambores que es mejor dejarla para la próxima Semana Santa.

Un recorrido para hacer en 15 días con un reducido presupuesto y la garantía de una experiencia inolvidable, por el paisaje, por la gastronomía y por sus gentes.

Vista aérea de Alcañiz.

Créditos de las imágenes: Benimar, Curto, ABB Photo, Jorge Anastacio, ricsem76

artículos relacionados

DEJA TU COMENTARIO

Áreas cercanas (1)