En la Primavera de 2003, los franceses elaboraron un libro blanco sobre los principales tamar del turismo en autocaravana. Se hicieron varios talleres de trabajo y se sacaron algunas conclusiones para estudio.
En estos talleros participaron medios, administración y usuarios. Saco el tema porque creo que hay participantes que no han tenido acceso a los datos, porque es un tema que nos da una idea de como nuestros colegas franceses tienen unas preocupaciones parecidas a las nuestras pero que ya han superado muchas etapas.
Uno de los talleres era el siguiente:
«La toma de conciencia individual y el respeto del medio ambiente.-
Es evidente que se producen algunos comportamientos incívicos, aunque proporcionalmente el fenómeno sea marginal debido al número tan importante de autocaravanistas que recorren Francia. Se puede llegar a la conclusión que algunos autocaravanistas arrojan sus desperdicios a la vía pública o vacían sus depósitos de aguas residuales sin preocuparse del entorno. Algunos autocaravanistas estacionan sus vehículos de forma anárquica en los pueblos o ciudades.
En algunas zonas de la costa se pueden observar agrupaciones en los paseos marítimos tapando la vista a los residentes y turistas en los hoteles. Algunos autocaravanistas también despliegan también su material de acampada.
Estos hechos son especialmente notorios en los períodos vacacionales, cuando los turistas llegan en masa y el control de su flujo se hace difícil para los municipios en cuestión. Además, los autocaravanistas extranjeros, practicando su forma de ocio de manera diferente, al no estar informados suficientemente sobre la normativa francesa, pueden participar desafortunadamente en esta situación.
Las propuestas:
– Favorecer el comportamiento correcto por la toma de conciencia individual. Este comportamiento implica necesariamente un cambio de mentalidad para adaptarse a las estructuras existentes.
– Suscitar el respeto al entorno.
– Evitar los estacionamientos y las estancias ilícitas así como los agrupamientos perjudiciales.
– Sancionar cuando sea necesario; el código de tráfico y el de Urbanismo permiten hacerlo en numerosos casos de infracciones.»
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