a propósito del gas para dormir

Hace tiempo se suscitó en el foro un debate de si se narcotizaba para hacer los robos en las autos. Unos decían que si y otros aseguraban que era imposible. yo no entro ni salgo, no estoy puesto en el tema pero mirar este suceso en el que se asegura que se narcotizó al perro por lo menos y a las personas creen que también.

Una banda de ladrones profesionales asaltó cinco chalés de Castiello, hacia las tres y media de la madrugada del pasado lunes, mientras sus habitantes dormían. Se trata de tres viviendas unifamiliares de la Urbanización Castiello y de otras dos de un complejo aledaño.

Estos asaltos se enmarcan en la ola de robos en chalés de la zona rural gijonesa registrada en los últimos meses, fundamentalmente en las parroquias de Somió, Cabueñes y Castiello. Al parecer, los objetivos de los ladrones fueron elegidos al azar y el botín, que aún está sin cuantificar, consistió en joyas -algunas de ellas de gran valor- y dinero en efectivo.

Una mujer propietaria de uno de los chalés asaltados se despertó con la cara hinchada, presumiblemente por efecto de un narcótico, y manifestó a sus vecinos que llegó a ver «dos bultos moviéndose por el jardín», por lo que se cree que al menos eran dos personas las que protagonizaron los robos.

Otra de las vecinas afectadas indicó a este periódico que «no nos enteramos de nada. Fue un robo muy limpio. Pero, al levantarte de la cama y ver que te han entrado en casa, casi te da un ataque al corazón, máxime teniendo en cuenta que tenemos niños pequeños. Pensamos que nos durmieron a todos. Lo que sí sabemos es que, al menos, narcotizaron a uno de los perros», asegura esta vecina.

Los ladrones iban bien equipados pues disponían de silbatos especiales para tranquilizar a los perros y después poder dormirlos.

El susto fue mayúsculo e, incluso, hizo que «esta noche -por anteanoche- no pudimos dormir, estuvimos de guardia todo el tiempo. Además, lo más extraño es que tenemos alarma instalada y no saltó, a pesar de que no fue manipulada», indicó la afectada.

La parroquia está alarmada y fueron muchos los vecinos que se pusieron ayer en contacto con el presidente de la asociación vecinal, Ovidio Río, exigiendo mayor vigilancia. Río indicó que «la gente está atemorizada, pues antes ya entraron en otros cinco o seis chalés. Incluso, a algunos les robaron ya dos veces. Es necesario que se aumente la vigilancia, porque las patrullas pasan por aquí muy de vez en cuando».

De esta crítica es partícipe el concejal del PP Pedro Muñiz, quien exigió «una mayor coordinación» entre lo cuerpos de seguridad, así como «un aumento de sus medios humanos y materiales» en la ciudad para evitar que Gijón se convierta en un paraíso para las bandas organizadas.

La sicosis es tal en la parroquia que ayer mismo algunos vecinos ya celebraron improvisadas reuniones donde plantearon la necesidad de contratar a una empresa de seguridad privada, ya que la vigilancia policial no es efectiva.

Algunos de los afectados por los robos se habían mudado a la urbanización hace poco tiempo. Otro vecino manifestó que «entraron por la puerta principal sin forzarla, aunque sí quedaron algunas marcas en las cerraduras. Además, aunque la urbanización esté en un recinto cerrado y tenga puertas de seguridad, si pueden abrir las de las viviendas con las del exterior no tienen ningún problema».

Los cinco afectados por los asaltos de la noche del domingo, a pesar de pertenecer a urbanizaciones diferentes, decidieron presentar una denuncia conjunta en la Comisaría de Policía de Gijón. Los propios agentes desplazados al lugar de los hechos «nos dijeron que era obra de especialistas, posiblemente procedentes de países del Este de Europa», indicó otro residente.

De la proliferación de estos robos son conocedores los cuerpos de seguridad del Estado, no en vano, hace unos meses que la Guardia Civil alertó a la asociación vecinal de Castiello del aumento de este tipo de casos en la parroquia.

Hace unas semanas un chalé ubicado cerca de las urbanizaciones ahora afectadas ya fue blanco de los ladrones, cuando, aprovechando que sus habitantes habían salido de casa, los ladrones se apoderaron de todo, incluidos los muebles.

Por otro lado, se da la circunstancia de que en Castiello también hay chalés alejados de otras casas, cuyos dueños han mostrado su preocupación porque, en caso de necesidad, no tendrían cerca a quién solicitar ayuda. Un vecino de la parroquia aseguró que «a lo que tenemos más miedo es a que te despiertes cuando entren los ladrones. Esa es gente que no tiene ningún miramiento y puede pasar una desgracia. Tal es el ánimo de los vecinos que muchos de ellos han decidido quitar hasta las cajas fuertes que tenían en casa».