Os copio un correo que he escrito tras una semana tras la vuelta a la realidad(no es coña):
Durante el viaje se rompió cofre, y en mi limitada capacidad deductiva, viendo que la tabla del mismo estaba vencida pensé en causa-efecto, por lo que cuando hemos vuelto me pongo a desmontar la tabla, compro madera, hago una nueva, la barnizo y en el culmen de la satisfacción del deber cumplido, veo que los laterales bajos de la caravana, en todo el perímetro donde acaba la chapa, el contrachado está en malas condiciones, por lo que otra vez pienso en términos de causa-efecto, en éste caso humedad-madera podrida. Quito los embellecedores y protectores bajos, levanto la chapa un poco en todo el perímetro y empiezo a sacar el contrachapado que está en malas condiciones siguiendo la máxima: limpiar y sanear todo.
El primer tramo muy bien se queda perfecto, con lo cual el ego agranda y la satisfacción es inmensa. En el segundo tramo cuando empiezo la limpieza, alguien desde dentro le contesta al destornillador: ZZZZZZZZ….ZZZZZZZZZZ. Paro y consigo silencio absoluto. Toco de nuevo y repite el interlocutor: ZZZZZZ….ZZZZZZZZZ.
Inmediatamente pido auxilio: ¡ANA! ven que alguien se esta metiendo conmigo.
Después de mucho tocar y de explorar un agujero perfectamente redondo que parecía hecho con broca, salió por fín: UN ABEJORRO!, Mejor dicho uno y una. Canales que se extienden por todo el perímetro de la caravana hasta llegar a su madriguera. Hemos aprendido que aunque la entrada es común, en el fondo tienen habitaciones separadas. En el otro lateral se repite la historia por 2 veces aunque de un lado sale un solo individuo. En total 2 parejas, y un solitario, cuyo partener igual se quedó en Hungría por amor, o simplemente, se fué a comprar tabaco.
Haciendo memoria todo encaja. El primer dia paramos en Sta. Elena, y durante un rato un abejorro muy pesado, no hacia más que dar vueltas a nuestra caravana, y no habia forma de despedirlo, hasta que desapareció en uno de sus vuelos debajo de la caravana(se fué a la cama el pendón).
Duda: ¿Tengo que dar parte a inmigración húngara por si encuentran al que nos falta?.
Todo esto no es un sueño, ni una historieta de las niñas. Es real. Fantástico.Y lo más increible es que hemos conseguido rehacer la caravana, aunque como siempre quizá nos han sobrado algunos tornillos. Un saludo.
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