Como probablemente no se me recuerde, pues intervengo poco y no siempre con mi nombre, me identifico de nuevo como empresario de caravaning.
Digo esto para no extenderme en mi evidente opinión favorable al aparcamiento liberalizado o al menos bien gestionado de las cada vez más numerosas autocaravanas.
El domingo fuí testigo de cómo un autocaravanista «a hurtadillas» acudía a la parte de atrás de un autoservicio de autovía donde en teoría descansaba.
El muy ladino comenzó a vaciar su w.c. químico en un desnivel pensando que nadie le veía. El líquido corría por la pendiente llegando a una de esas canalizaciones que conducía hasta una alcantarilla situada a unos 30 metros.
Uno de los camareros o cajeros del área procedió a llamarle la atención y el sujeto, en lugar de abochornarse prefirió emprenderla a insultos y a recriminar casi violentamente la llamada de atención del trabajador. Evito reproducir insultos y reproches.
Sólo quiero decir con esto que POR FAVOR recordemos cumplir las más básicas normas de higiene y de urbanidad cuando nos desplacemos en autocaravana, pues estas prácticas nos ponen más que difícil defender una posición en pro de la gestión razonable de los estacionamientos urbanos de autocaravanas y aún más las pernoctaciones fuera de los campings.
En mi opinión, aunque seamos muchos ya, creo que seguimos siendo los primeros autocaravanistas y sobre todo los primeros en enfrentarnos a problemas a veces kafquianos con la autoridad. Por tanto tenemos o asi lo veo yo la obligación de dar ejemplo a los que nos siguen y a los que nos «miran».
Vale que no nos lo ponen fácil en los campings ni en las poblaciones turísticas, pero eso ha de ser una razón de más para oponernos con nuestro ejemplo a la sinrazón de algunas autoridades y de algunos campings, o así lo veo yo.
Señores alcaldes, concejales y empresarios de campings: Los autocaravanistas no queremos ser un problema para ustedes. Es más pensamos que podemos representar una oportunidad. En cualquier caso, aunque se nieguen a vernos así LOS PROBLEMAS NO SE RESUELVEN PROHIBIENDO POR PROHIBIR NI ACRIVILLANDONOS CON PRECIOS DE PARCELA EXAGERADOS.
Perdón por el ladrillo.
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