El viernes salimos a eso de las 8 de la tarde con nuestros amiguetes de Cerceda dirección Cabo de Gata. Con las habituales retenciones de salida, a pesar de salir por la R-4, pasamos por Jaén a las 1:30. A las 2 de la mañana nos quedamos tirados poco antes de La Cerradura. Las niñas dormidas, llueve, oscuro, aunque buena visibilidad para los que vienen. Chalequito, triángulo y ver qué pasa. No son los fusibles, hay gasoil en el depósito, a mí me huele a la bomba de gasoil, aunque mi colega dice que puede que la llave haya perdido el código, que a él ya le pasó.
Llamo al número de asistencia, y muy amablemente nos mandan una grúa de dimensiones especiales para albergar una AC en unos 3 cuartos de hora, un taxi de vuelta a Jaén y una noche en hotel para 4. Al día siguiente, sábado, vamos al taller donde al rato traen la AC. Tras hacer varias comprobaciones el diagnóstico final es el que me temía, se ha ido la bomba de alta presión, por lo que tengo dos opciones, cubiertas ambas por el seguro: subir la AC a una grúa el lunes o miércoles y traerla a un taller cercano a mi domicilio, o dejarla que la reparen allí. En cualquiera de los casos nos ponen los coches de alquiler que hagan falta para cubrir los desplazamientos, e incluso el taxi desde la oficina de alquiler a mi domicilio y viceversa.
El caso es que nos ha sorprendido gratamente la eficacia, amabilidad, y atención de la gente de Allianz, a Luciano, Olga y otras personas, muchas gracias. No es habitual encontrarse hoy en día empresas que funcionen así de bien. También agradecer al taller Autopunto de Jaen la atención prestada de forma desinteresada, razón por la cual decidí dejar la AC allí para que la reparen.
En cuanto a la avería estoy pendiente de confirmar que el concesionario que me vendió la AC se haga cargo de la reparación, dado que por ley deben cubrir 1 año de garantía. Veremos. La broma sube a casi 900 aurelios…
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