Mi amigo Mario tenía 29 años. Hace 6 meses acudí invitado a su boda, como el vino a la mía. Ese día nos dimos un abrazo y nos deseamos lo mejor, de corazón, como se desea el bien a familiares y amigos.
Mi amigo Mario y su mujer iban a venir este verano en autocaravana por Alemania. Era su primer viaje en autocaravana y lo llevábamos hablando y planeando varios meses.
Hace dos días, mi amigo Mario me llamó para decirme que era bastante probable que no pudieran venir a Alemania. Noelia, su mujer, está embarazada.
Mi amigo Mario ha muerto hoy, asesinado en un tren.
Hoy… sólo puedo llorar y preguntar ¿por qué?.
Mario, hermano, descansa en paz. No te preocupes por tu mujer y tu hijo, mientras yo viva cuidare de ellos como tu hubieras hecho por mi.
Mario, hermano, quédate el trozo de alma que se me ha muerto hoy. Era tuyo.
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