Las dimensiones que ostentan vehículos habitables como autocaravanas o campers, por pequeños que sean, pueden generar problemas a la hora de estacionar en lugares complejos por su reducido espacio y los puntos ciegos que necesariamente tienen este tipo de automóviles. Un accesorio que da respuesta ante el problema de sufrir un choque o una pequeña avería es un sensor de aparcamiento. Os mostramos cómo es el proceso de instalación de este accesorio, que no está sujeto a examen de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), al no ser considerada reforma de importancia.
Características
El sensor de aparcamiento es un sistema que percibe la proximidad de elementos y transmite una señal eléctrica para alertarnos de la misma. Generalmente suele ser instalado en la parte trasera de los vehículos ya que es el lugar que concentra mayor número de puntos ciegos, no obstante, se puede instalar tanto en la parte delantera como en cualquier otro lugar.
Proceso
La primera de las fases es elegir los puntos donde será necesario taladrar para ubicar los sensores de proximidad, de acuerdo con las distancias que recomienda el fabricante. Seguidamente deberemos conectar dicho sensor a la luz de marcha atrás, para que en el momento que la activemos se ponga el sistema en marcha. De esta manera, el sensor nos avisara a través de un activador que colocaremos en la parte interior, lo recomendable es próximo al volante para que el conductor pueda verlo fácilmente.
Al estar instalado en la parte trasera, el mayor problema que plantea este accesorio en su instalación, es el cableado (generalmente de serie viene con una longitud insuficiente), ya que tendrá que recorrer el vehículo por la parte inferior del mismo si queremos tener el activador cerca del asiento del piloto, lo que seguramente nos obligará a tener de alargar el cableado. Otra opción sin tener que ampliar el recorrido del cable, es elegir una ubicación en la parte trasera interior que podamos escuchar al aparcar.
Reportaje grabado en las instalaciones de Caravaning K2 en Madrid.
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