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¡Al Erasmus en autocaravana!

España, Francia, Bélgica y Holanda. Casi 5.000 km en autocaravana con el objetivo de llegar a Bruselas. El gerente del camping segoviano El Acueducto, Juan Felix Esteban ha probado la experiencia del viaje en autocaravana con su familia y está deseando repetir. En esta ocasión, el motivo del viaje era acompañar a su hijo Juan hasta la ciudad en la que iba a disfrutar de la experiencia Erasmus y, ¿qué mejor que recorrer el trayecto en autocaravana?

Universidad Libre de Bruselas

He de advertir a los lectores que se trataba de la primera vez que realizábamos un viaje en este tipo de vehículo y sólo contábamos con la experiencia de ver entrar, salir, aparcar y solucionar problemas de interiores y exteriores de todo tipo de autocaravanas durante más de 25 años en nuestro camping.

También el hecho de haber conversado con autocaravanistas de todas las nacionalidades y haber sido asiduo lector de esta magnífica revista y otras del sector, supongo que habrá contribuido en cierto modo a que no hayamos sufrido ningún percance ni tenido el más mínimo contratiempo en los siete días y los casi 5000 km. recorridos durante el viaje.

El objeto era llevar a nuestro hijo a Bruselas para que cursara estudios de Erasmus en la ULB (Universidad Libre de Bruselas) para obtener la licenciatura en ADE (Administración y dirección de Empresas) y de paso realizar un bonito, interesante y cultural viaje por esas tierras. El presente relato resume el viaje que realicé en Septiembre del 2010 junto con mi familia: Concha, mi esposa y nuestros dos hijos, Laura de 19 años y Juan de 22, por Francia, Bélgica y Holanda.

Elegimos acertadamente, por la recomendación de Raúl Vaquero, nuestro gerente de ASECAL, una autocaravana de alquiler en Aurocaravanas Express de Madrid, la Hymer Camp 542 CL con cama de matrimonio en la capuchina y dos camas independientes convertibles en el salón, con motorización Ford 140 cv que ofrecía potencia suficiente y buena aceleración, disponía de controlador de velocidad muy práctico y cómodo en las rectas y llanas autopistas que utilizamos.

Con 6,22 m nos permitía adentrarnos fácilmente hasta el centro neurálgico de esas preciosas ciudades, eso sí, fuera de horas punta, aparcar sin demasiadas dificultades y a la vez disponer de espacio suficiente en su interior para movernos sin agobios las cuatro personas al disponer de un amplio salón con espacio suficiente para el equipaje, cocina bien distribuida y baño muy amplio con ducha totalmente separada.

Después de realizar los trámites y de recibir las indicaciones oportunas por parte de los amables propietarios de la empresa de alquiler partimos rumbo a Francia con la ilusión y alegría de esa primera vez pero también con la familiaridad y seguridad de algo que hemos visto muy de cerca desde hace muchos años algo así como un “dejá vu”. Procedimos a colocar el equipaje que llevábamos en bolsas de viaje que a nuestro entender resultan más prácticas de adaptar en los armarios y arcones que las rígidas maletas y una vez vaciadas no ocupan espacio al poder ser plegadas.

Francia

Entramos al país vecino por Bayona y después de atravesar las Landas, que se hacen mucho más cortas que hacerlo en coche por la comodidad interior de la autocaravana, pues en cierto modo es similar al cambio de viajar en autobús y en tren, llegamos a Burdeos por la tarde para acampar en un buen y bien dotado camping de la ciudad.

Al día siguiente visitamos por la mañana temprano la ciudad y continuamos viaje subiendo con rápidas visitas a las bellas ciudades de Poitiers, Tours (ciudad hermana de nuestra ciudad natal de Segovia), Le Mans y Amiens. Omitimos pasar por París porque ya habíamos estado en repetidas ocasiones y llegamos bien entrada la noche a Bruselas donde aparcamos para pasar la noche en el campus universitario situado dentro del enorme Bosque de la Cambre, pues nuestro hijo debía presentarse a primera hora de la mañana.  Como aparcamos junto a la facultad después de dormir unas pocas horas, una rápida ducha, vestirse, cruzar la calle  y en un minuto en clase. Nunca había pernoctado tan cerca de la universidad. ¡Qué Privilegio y que comentarios cuando le preguntaban sus colegas que donde vivía!.

Bruselas

Ese día lo empleamos enteramente en buscar un piso compartido, un apartamento o una residencia universitaria. Pero a pesar de haber hecho contactos desde España lo que veíamos próximo a la zona universitaria no era de nuestro agrado y lo que visitamos más en el centro era demasiado caro para nuestro presupuesto, al final de la tarde nos enseñaron un loft con mucha luz y buena calefacción, cuestión importante en esa ciudad, en una buena zona y ajustado de precio de alquiler.

Pero con un hándicap: sin amueblar. Decidimos dejarlo reservado para ir al día siguiente a hacer los tediosos papeles del estudio de detalles, contrato, fianza y demás, todo ello con la minuciosidad típica de los Belgas. Y por la tarde a “Ikea” a elegir y comprar todo el mobiliario necesario; armario, cama, somier, mesa y sillón de estudio, sofá, lámparas, incluyendo también el menaje de cocina la ropa de cama y baño, algunos objetos decorativos etc.

En un tiempo record  teníamos lo más voluminoso cargado en una furgoneta de alquiler con conductor y lo más pequeño y delicado en la autocaravana para descargarlo posteriormente en el apartamento. Al día siguiente mientras el universitario se encontraba en sus clases, el resto de la familia nos afanamos en montarlo todo, nuestra hija Laura con los manuales  dándonos las instrucciones precisas y oportunas para no cometer el mínimo fallo en el montaje y tener luego que deshacer lo realizado. Cuando llegó Juan quedó gratamente sorprendido con el nuevo cambio de la estancia.

Los días siguientes los invertimos en visitar esa maravillosa ciudad; Grand Place, Manneken Piss, Atomium, Catedral San Miguel, Palacio Real…. Degustando también su rica y abundante gastronomía como los famosos mejillones “moules” o las coles y probando las excelentes variedades de cerveza. En los alrededores es visita obligada a las ciudades de Amberes, Brujas, Gante, Lieja, Lovaina y Namur.

Concha y yo nos íbamos a un camping con magníficas instalaciones próximo a la ciudad y los hermanos dormían ya en el apartamento totalmente equipado.

Ahora la autocaravana con dos personas menos  parecía que el vehículo hubiera ganado en espacio interior. Pero en cierto modo echábamos de menos ese contacto familiar tan intrínseco de los cuatro miembros de la familia durante las 24 horas del día. Es una experiencia única e inolvidable y sólo puede obtenerse en un reducido espacio físico como lo es  el de una autocaravana.

Amsterdam, la ciudad de los canales

El día anterior a emprender el regreso a primera hora de la mañana salimos para visitar la bella ciudad de los canales, ¡Amsterdam!. Aparcamos a 500 m. de la estación central y comimos temprano y rápidamente como acostumbran los  holandeses, con unas preciosas vistas desde nuestra Hymer a uno de sus múltiples canales.

Concha y yo hicimos orgullosamente de guías turísticos para nuestros hijos pues conocíamos a la perfección la ciudad por haber acudido durante muchos años a la importante feria de turismo “Vakantie Beurs” en representación de nuestra asociación ASECAL y que se celebra en Utrecht anualmente en enero.

Gracias a ello y caminando rápidamente por sus calles  pudimos ver lo más emblemático de la ciudad en un solo día: Dam Plein, el barrio del Jordaan, los más bonitos canales, el Barrio rojo, algún coffee shop, y cenar incluso en un conocido y buen restaurante de cocina tradicional.  Por falta de tiempo mis hijos no pudieron visitar como hubiéramos deseado algunos de los más de 50 museos que hay como el Van Gogh, el Reijmuseum, museo naval, municipal, ni la casa de Ana Frank, la casa de Rembrandt, ni los preciosos, pintorescos y cuidados pueblos; Volendam, Urk, Marken o Narden ni ver las ciudades; Delft, Gouda, Maastricht, Róterdam, La Haya ni tantas otras cosas pero deseo y espero que puedan hacerlo en otra ocasión.

Ya de noche de regreso a Bruselas con toda la familia durmiendo y conduciendo yo en esta ocasión, en la autopista tuve un pequeño incidente que paso a relatar esperando que sea de ayuda como el resto del artículo para los lectores.

Viajando a baja velocidad a causa de un fuerte viento lateral alcancé a cuatro enormes camiones de gran anchura y longitud con los rotativos correspondientes de vehículos especiales que transportaban por cierto unos grandes Bungalows, iban muy despacio; en una larguísima recta adelanto al primero de ellos y al rebasarlo recibo el típico vaivén producido generalmente al adelantar a camiones o autobuses sin más consecuencias pero algo más acusado de lo habitual, sin incorporarme al carril derecho procedo a adelantar al segundo ya precavido por la situación anterior y la sacudida fue aún mayor que la primera, por precaución me incorporé al carril derecho después del adelantamiento y me situé detrás del tercer camión desistiendo adelantar a los otros dos y con cierto malestar al poder tener que ir entre ellos hasta Bruselas.

Pero como dice el refrán “Más vale prevenir que curar”. Por suerte unos kilómetros más adelante se detuvieron en una de las bien dotadas áreas de servicio de todos esos países y de las que se ha hablado ampliamente y pude continuar el viaje sin problemas.

De regreso a España

Ya con un pasajero menos no dejamos de ver algunos de los impresionantes castillos del Valle del Loira y de la Normandía Francesa que encontrábamos próximos en ruta. Paramos en Socoa, un precioso pueblecito del país vasco francés del que tenía gratos recuerdos por haber pasado varios veranos de mi infancia junto con mis padres..

Dejamos a nuestra hija felizmente en la Universidad Salmantina, hicimos un alto en el camino para dar un breve paseo por las calles y la muralla de la histórica Ávila y nos dirigimos a Madrid con objeto de entregar la autocaravana puntualmente en el día y hora señalados y de nuevo coger nuestro utilitario y sentir esa sensación de ir conduciendo sentado en el suelo después de haberlo hecho en un vehículo de altura muy superior.

Así terminó nuestra gratificante, agradable y satisfactoria experiencia en este viaje de bautismo como usuario de autocaravana que anhelamos volver a repetir lo antes posible.

Juan-Félix de Esteban y González
Director-Gerente del Camping El Acueducto (Segovia)

Créditos de las imágenes: Juan Felix, hernanpc/flickr.com

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