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Cuenca y sus alrededores

Las casas colgadas de Cuenca.

Pequeña y empinada, pero con muchos tesoros por descubrir. Así es Cuenca, una ciudad manchega de carácter medieval, desconocida por muchos, desde la que parte esta ruta. Además de visitar sus monumentos más conocidos, en esta escapada te proponemos degustar los platos típicos de la gastronomía conquense y conocer los alrededores de la ciudad. ¿Te animas?

Tradición e Historia se entremezclan en la ciudad fortificada de Cuenca, que concentra en muy pocos kilómetros cuadrados una gran variedad de atractivos turísticos que en esta escapada tendrás la oportunidad de descubrir. Antes de empezar la visita, asegúrate de llevar un par de zapatos cómodos capaces de plantar cara a las empinadas y adoquinadas cuestas de la localidad.

cuenca1Después, dirígete al casco histórico, que se eleva sobre una plataforma rocosa formada por las hoces de los ríos Júcar y Huécar. Admira el paisaje montañoso, que a algunos les resulta imponente, y sigue hacia el monumento más representativo de la ciudad: las Casas Colgadas. Son unas balconadas de madera que parecen estar suspendidas sobre la hoz del Huécar y que, en la actualidad, acogen el Museo de Arte Abstracto Español. La mejor vista de las Casas Colgadas y de Cuenca en general la obtendremos desde el Puente de San Pablo. También en el casco antiguo merece la pena visitar la torre Mangana, la catedral (con una fachada majestuosa), la iglesia de San Miguel y el camino hacia la ermita de la Virgen de las Angustias, desde donde se puede fotografiar panorámicamente el conjunto monumental de Cuenca.

Gastronomía conquense

Resolí, la bebida típica de Cuenca.En la zona antigua de la ciudad, además de deleitarse con el patrimonio monumental, se pueden degustar los platos más típicos de la gastronomía conquense, muy rica y vinculada a la carne de caza, aunque desconocida por la mayoría de los viajeros.

Los amantes del tapeo, pueden empezar con una ración de morteruelo, una especie de paté grueso que se come con tenedor y pan, elaborado a partir de tres aves (perdiz, codorniz, gallina) y tres carnes (liebre, conejo, cerdo). Pueden completar el menú con unas gachas manchegas, hechas a base de harina de almorta, y unos zarajos bien fritos, que son los intestinos de cordero lechal marinados.

De postre, no puedes dejar de pedir alajú (una especie de torta con obleas, rellena de una masa de almendras, pan rallado y miel cocida) y una copita de resolí, un licor de café con un sabor muy característico.

La ciudad encantada y el nacimiento del río Cuervo

RioCuervoSi decides pasar varios días en Cuenca, no puedes dejar de visitar los alrededores de esta ciudad, que te sorprenderán por el gran valor natural que poseen. El Ventano del Diablo, por ejemplo, es un mirador que está muy cerca del centro de Cuenca y cuenta con un amplio aparcamiento para dejar el coche o la autocaravana. Está de camino a la Ciudad Encantada, otra visita obligada, a menos de 30 km de la capital. Es un paraje natural cuenta con formaciones rocosas calcáreas o calizas que han adquirido formas muy curiosas por la acción del agua, el viento y el paso del tiempo. La visita, que puede durar entre una y dos horas, cuesta 3 euros y suele hacer las delicias de los más pequeños, que quedan sorprendidos ante el parecido de algunas rocas con personas, animales, etc.

Siguiendo por la carretera CM-2105 llegarás al nacimiento del río Cuervo, en La Vega del Codorno, un paraje natural espectacular por sus cascadas, su flora y su fauna. El paseo que sigue la orilla del río es muy atractivo para realizar en familia, ya que resulta sencillo hasta para los más pequeños.

La ruta de los paisajes, una escapada otoñal a Navarra

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belagua

La belleza paisajística de Navarra se vuelve todavía más especial en otoño, cuando los tonos ocres, rojizos y dorados se apoderan de los espacios naturales de la zona. La mejor manera de conocer los rincones más espectaculares es recorrer las 35 paradas que propone la Ruta de los Paisajes, en torno a los miradores de la provincia.

En la selva de Irati, por ejemplo, acaba de ponerse en marcha el sendero transfronterizo de Errekaidorra. Desde las casas del Irati, se inicia un fácil paseo que incluye la cascada del Cubo, incluida en la Ruta de los Paisajes, y en el que se descubre cómo se usaban los recursos forestales para producir mástiles y remos para barcos, muebles y carbón vegetal y cómo los trasladaban por vías férreas o un espectacular sistema de cables.

En la zona de los Pirineos, la ruta transcurre por ocho miradores y nueve paseos de agua, cuyo paisaje cambiante se adapta a la nueva estación. Los principales espacios a visitar durante este periodo son: la cascada de Xoxorrin, los embalses de Leurtza, los nacederos de Iribas y el embalse de Eugi.

En la zona de Pamplona, por su parte, destacan el paseo fluvial de Arga y los miradores del Caballo Blanco, de Etxauri y de Sierra del Perdón. También hay escenarios únicos en la Zona Media y en la Ribera.

Además, a finales de octubre y principios de noviembre, tienen lugar algunas fiestas populares, como la Semana Gastronómica de Viana, las ferias de Tafalla, Elizondo o Bera, el día del baserritarra de Arantza, el mercado medieval de Aibar o la festividad de San Saturnino, en Pamplona.

Ruta en AC o camper por Eslovenia en verano

¿Te quedan aún días de vacaciones?. Te proponemos una magnífica oportunidad para poner rumbo en autocaravana a esta república de Europa Central y visitar sus principales ciudades.

Ljubljana, la capital del país, para visitar la ciudad se recomienda aparcar la autocaravana y moverse a pie (al estar la mayoría de sus monumentos, edificios y plazas en el casco histórico, se puede visitar a pie). Además, hay campings en la ciudad desde los que salen autobuses que llevan al centro de la ciudad.

Así, en el centro urbano lo mejor es perderse por sus callejuelas adoquinadas, parar en alguna de sus bellas plazas, como Mestni trg (la plaza municipal, donde está el ayuntamiento, y frente a él la fuente de los Tres ríos, con esculturas alegóricas de los tres ríos de Carniola: el Sava, el Krka y el Ljubljanica.), Stari trg (la más antigua de la ciudad medieval, con casas barrocas y medievales dignos de admiración) y Gornji trg (plaza alta). Siguiendo el paseo podemos admirar edificios como la catedral, el mercado, el edificio de la Biblioteca Nacional y Universitaria, etc. Al otro lado del río Ljubljanica., cruzando por el puente Triple, está la plaza Preseren, donde podemos ver la iglesia de la Anunciación y distintos edificios representativos del Art Nouveau.

Por supuesto, no podemos dejar de visitar el castillo, (Ljubljanski Grad), que domina la ciudad y al que se puede llegar a pie por el sendero que parte de Ciril-Metodov trg o en funicular (la estacion está en Krekov trg y la llegada se encuentra en el interior del castillo).

La capital eslovena tiene una vida cultural muy dinámica, que se potenciará aún más durante el Eurobasket. No en vano cuenta con numerosos teatros, cines y una de las orquestas filarmónicas más antiguas del mundo, y organiza festivales internacionales, como el Ljubljanski Poletni festival (festival de verano), el Mednarodni grafi?ni bienale (bienal internacional de artes gráficas), el festival internacional de jazz, el festival de películas LIFFE, el festival Druga godba, etc.

En los alrededores de la ciudad proponemos visista el cañón Iški Vintgar, con pintorescas lagunas a los que se puede acceder atrevesando el pantano de Ljubljana.

la alta carnolia

De Ljubljana nos desplazaremos a Jesenice, en la región de la Alta Carnolia, en el valle del alto Sava, por las autovías A 1 y A 2 (hay unos 69 km). La ciudad, que hace frontera al norte con Austria, está rodeada por la cordillera Karavanke al norte y por el monte Mežakla al sur.

La historia de Jesenice está muy ligada con la de la industria de las herrerías y la metalurgia, que hasta hace muy poco han sido el principal motor del desarrollo y la actividad económica en casi todas las áreas de la ciudad. Entre las visitas turísticas destacamos su catedral y el antiguo poblado de herrerías y de residencias Stara Sava, protegido como monumento técnico. El núcleo de lo que fuera el poblado está conformado por el palacete Bucellini – Ruard, la iglesia de la Asunción de la Virgen (ejemplo de la arquitectura jesuítica en Eslovenia en el siglo XVII), el «cuartel» (donde vivían los obreros), restos de los establecimientos y la chimenea restaurada de los altos hornos y el molino.

la región de savinjska

Nuestro siguiente destino será la ciudad de Celje, desde Jesenice hay 124 km hasta esta ciudad, que se recorren por carreteras (637, 104) hasta enlazar con la autovía A 1, hasta el desvío de Celje. En el trayecto vale la pena detenerse en Kamnik, una de las ciudades más antiguas de Eslovenia, con un conjunto de edificios históricos restaurados y casas decoradas en el casco antiguo. Los principales monumentos de la ciudad son el Stari grad o castillo viejo; Mali grad o pequeño castillo; la biblioteca del monasterio franciscano; el castillo Zaprice, o el museo de Kamnik, con el etno-parque.

Celje es conocida como la ciudad de los condes, y es el centro regional económico y cultural de la cuenta del río Savinja Cuenta con un atractivo casco medieval en el que se puede visitar el Grafeil, el museo regional, que presenta la historia urbana de la localidad; el ayuntamiento; el puente de los Capuchino; galerías e iglesias como la de Santa Cecilia y Santa María (construida en 1310), aunque la visita principal son las ruinas del castillo (Stari Grad), en un punto dominante, en el monte al sudeste del casco antiguo de la ciudad. Se trata del primer castillo de los legendarios condes de Celje, y es el castillo más grande de Eslovenia. Un tipo de castillo gótico alargado con un núcleo románico y un eslabón de fortificaciones renacentista,.

Además, la ciudad puede convertirse en el punto de partida para disfrutar de excursiones por los alrededores, viendo, por ejemplo, iglesia más grande de Eslovenia en Gornji Grad; la cascada Rinca, en Logarska; el lago Šmartinsko; o, a no mucha distancia, los balnearios de Dobrna, Topolšica, Laško, Rimske Toplice y Rogaška Slatina y Pod?etrtek.

Vale la pena también la visita al valle de Saleška, con el animado Velenje, con el museo subterráneo de minería de Eslovenia, un excelente centro turístico-recreativo a orillas del lago de Velenje y el museo de Velenje, que cuenta con 11 colecciones propias.

la costa y la región del carso

Koper es una ciudad en una  zona costera, nos dirigiremos por la A-1, pasando de nuevo por la capital, Ljubjana (hay 184 km). Estamos en la cota del mar Adriático, cerca de la frontera italiana, con pintorescas ciudades y un paisaje de olivares, viñedos y huertos de frutales.

La ciudad de Koper, como las vecinas Piran o Izola, cuenta con un precioso casco antiguo medieval, y tanto su historia como su cultura son parecidas a las italianas. En la céntrica plaza de Tito de podemos visitar el palacio de los Pretores (ss. XIII-XV) y la catedral (s. XIV), ambos de estilo gótico-veneciano, y también en el centro de la ciudad se conservan otros monumentos como el palacio de Brutti (barroco) y numerosas casas de estilo medieval. Si damos un paseo por el puerto podemos observar muchos testimonios que datan del dominio veneciano de la ciudad.

Aprovecharmos la visita a la zona para conocer la bahía de Strunjan, entre Izola y Piran, una reserva natural en la que destaca el acantilado de Strunjan, de 80 metros de altura (el acantilado de flysch más elevado de toda la costa del Adriátic).

En el municipio de Piran recomendamos acercarse también al parque natural de las salinas de Se?ovlje (se recomienda aparcar la autocaravana fuera de los límites del parque) y disfrutar del avistamiento de las aves que pasan por allí en sus migraciones y de un pequeño museo que explica la labor en las salinas (la entrada cuesta dos euros y abre de martes a domingo).

Siguiendo la línea costera llegaremos a Portorož, con un moderno puerto de yates, un aeropuerto deportivo, un casino y una variada oferta de eventos estivales culturales, deportivos y de entretenimiento.

Cerca de la costa no podemos dejar de visitar los atractivos poblados de la Istria eslovena, como Hrastovlje con la Iglesia de la Santa Trinidad, decorada con frescos narrativos del gótico tardío. Pondremos fin a la ruta volviendo a la capital del país, Ljubjana.

Dónde pernoctar:

Eslovenia cuenta con un gran número de campings, normalmente a las afueras de las ciudades, algunos de cinco estrellas y buena infraestructura. Aunque la mayoría de los campings están abiertos desde fines de abril a fines de octubre, es posible encontrar algunos abiertos durante todo el año. Hay también parkings para autocaravanas con conexión eléctrica y sanitarios.

Navidades blancas en la Selva negra

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Bosques de frondosos abetos, casitas de cuento y relojes de cuco hacen de la Selva Negra una de las regiones más famosas de Alemania. Preciosa en cualquier época del año, durante el Adviento, en diciembre, el encanto es aún más especial si cabe. El Rin la separa de Alsacia, la región más nororiental de Francia, famosísima por lo mucho y bien que celebran allí las navidades. Éste es, pues, un viaje «al corazón» de la Navidad.

Francisco M.ª Colet Solano

En Alsacia se vive «Le Noël» como en ninguna otra parte de Europa y, muy posiblemente, del mundo. Ventanas adornadas de mil maneras, luces, mercadillos, animaciones y aroma a canela impregnan el ambiente con un color y una alegría desbordantes. Desde Estrasburgo al pueblo más diminuto, la Navidad se respira por todos los poros. En Alemania también, aunque los pueblos no se adornen tanto, pero sus mercados navideños resultan realmente espectaculares. Además la proximidad entre ambos países permite alternarlos con tanta facilidad que será un problema elegir qué ver.

El viaje a Alsacia-Selva Negra durante la semana del «puente» de la Constitución es ya un clásico entre el grupo de amigos caravanistas. Nadie se lo quiere perder. En 2010 salimos de Valladolid tres caravanas rumbo a tierras teutonas. Una vez allí, cinco amigos más se sumarían al grupo… si los aviones no disponían lo contrario, claro. ¡Y a punto estuvo!

Nieve en el camping Kirchzarten, a 10 km de Friburgo, capital de la Selva Negra.
Y Europa se cubrió de blanco…

Una ola de frío polar cubrió Europa de nieve a finales de noviembre de 2010. Jamás habíamos visto nada igual en esas fechas, así que nadie se asuste, que eso no es lo normal. Las temperaturas medias en la zona suelen rondar entre los 0º y los -10º C, nada del otro mundo en diciembre. Vamos, que el temor al mal tiempo no ha de ser un freno para disfrutar de un viaje realmente mágico. No conocemos a nadie que haya ido a Alsacia-Selva Negra en Navidad y no piense en volver.

Estampa nocturna del mercado navideño en Friburgo.

Aunque el temporal había pasado prácticamente, la víspera de la partida nevó copiosamente en Valladolid, lo que también es raro y nos hizo temer lo peor; pero no nos arredramos y salimos hacia nuestro ansiado destino. Y aunque no tuvimos ningún problema para circular con la caravana, el paisaje blanco nos acompañó todo el trayecto. Una buena idea es llevar en el coche un limpiacristales que no se congele fácilmente (los hay que llegan a -13º C y más).

El camping Kirchzarten

Elegimos como «centro de operaciones» el camping Kirchzarten, situado en el pueblo homónimo, a 10 km de Freiburg im Breisgau (Friburgo), la capital de la Selva Negra. La elección del camping es crucial para el buen desarrollo del viaje —aún más en invierno—, y el Kirchzarten reunía todo lo que pedíamos: buenas instalaciones y buena ubicación, tanto para desplazarnos por la zona como de facilidad de acceso, lo que resultó vital por la nieve caída, pues la accesibilidad nunca estuvo en peligro y también porque disponen de un apartamento y una habitación doble en alquiler, con precios muy interesantes, en las cuales se alojaron, encantados, nuestros amigos «voladores». El apartamento, fantástico, nos sirvió además como «club social» para las veladas nocturnas. Mejor imposible. (Más información en www.camping-kirchzarten.de)

Peculiar rincón con adornos navideños en Turckeim (Alsacia).

Desde luego el Kirchzarten será una elección excelente en cualquier viaje a la Selva Negra, pero en fechas invernales, cuando muy pocos camping están abiertos, es sin duda «la elección». Si, por el contrario, os planteáis acampar en Alsacia, el mejor es el camping Vallon de l’Ehn, de Obernai, a 30 km de Estrasburgo. Instalaciones modélicas, bien situado y barato. ¡Qué más se puede pedir! Otra alternativa interesante es el camping de l’ill, en Horbourg-wihr, junto a Colmar.

El grupo posando ante el famoso palomar de Eguisheim (Alsacia).
La mejor ruta para llegar a Alsacia y la Selva Negra

Pudieron más las ganas que la nevada caída y el viernes 3 de diciembre salimos de Valladolid con nuestro amigo Gonzalo y su hija Inés. En Kirchzarten nos encontraríamos primero con Manolo y Pilar, que habían salido dos días antes para visitar el maravilloso castillo de Neuschwanstein —el de los «puzzles»—, situado en los Alpes bávaros. Por último, el domingo recogeríamos del aeropuerto de Mulhouse-Basilea a mis primos Paco y Gema, procedentes de Barcelona, y a Gloria, Maribel y Ana, que llegaban desde Valladolid, vía Madrid.

Si bien durante los primeros kilómetros la carretera tenía aún algo de nieve, pronto se despejó y el viaje resultó sorprendentemente tranquilo. Para llegar a la frontera de Irún optamos por la autopista de peaje AP-1 entre Vitoria y Eibar. En otras circunstancias hubiéramos ido por la N-I, por el puerto de Etxegárate, que permite ahorrar ese peaje.

Artículos navideños en Riquewihr, un pueblo de postal y visita obligada en Alsacia.

La ruta más recomendable para llegar a Alsacia y Alemania gastando lo justo (en Francia los vehículos de más de 2 m de alto pagan un 50 % más de peaje) es: Burdeos, Angoulême, Limoges, Guéret, Montluçon, Paray le Monial, Chalon sur Saône y Besançon, hasta llegar a Mulhouse, ya en tierras alsacianas. Esta ruta alterna autopistas de peaje, autovías gratuitas y algunos tramos de carretera bastante buenos. En el apartado «Moverse por Europa» de www.francisco-colet-viajesycaravaning.com encontraréis todos los detalles de ésta y otras rutas para cruzar Francia.

Y llegamos a la «blanca» Selva Negra…

El sábado por la tarde llegamos a Kirchzarten, acampamos con una buena capa de nieve y, ya con Pili y Manolo, nos acercamos a Friburgo, al enorme mercado navideño de la plaza del Ayuntamiento, para empezar a hacer los honores a los «bratwurst» (salchichas asadas) y al «glühwein» (vino caliente con canela, naranja y otras especies: buenísimo). Los franceses lo llaman «vin chaud» (vino caliente). En Friburgo y en muchas ciudades y pueblos alemanes sirven el «glühwein» en jarritas decoradas para la ocasión. Os cobrarán una fianza por la jarrita y, salvo que queráis conservarla como recuerdo, os la devolverán después. No hay que perderse la catedral gótica, con su gran campanario, y la Kaufhaus, la casa de contrataciones medieval, de color rojo. Por las mañanas, hasta las 13 h., se monta un gran mercado de frutas y alimentación en la plaza de la catedral.

Alsacia y la huelga de controladores aéreos

Lo que no había podido la nieve, casi lo logró la huelga de controladores que paralizó el tráfico aéreo español durante el «puente» de la Constitución. Por la noche nos avisaron de que se había cancelado el vuelo de Madrid (hasta el martes no pudieron llegar las chicas). Por suerte el avión de Gema y Paco fue el primero en librarse del desaguisado tras la militarización de los controladores y llegaron a la hora prevista. Tras recogerlos en el aeropuerto de Basel-Mulhouse nos dirigimos a Turckheim, uno de esos pueblecitos alsacianos «de segundo rango» que aún no habíamos visitado nunca. Tiene rincones bonitos, pero desde luego los hay mucho mejores. Después nos fuimos a comer «tarte flambée» a Eguisheim, que ese sí que es un pueblo precioso, con sus calles elípticas y concéntricas bien decoradas; su iglesia; su famoso palomar —foto obligada— y su pequeño mercadillo navideño. La «tarte flambée» es una pequeña delicia alsaciana similar a la «pizza carbonara», pero con una masa mucho más fina.

El reloj de cuco más grande del mundo, en Triberg (Selva Negra).

Tras dedicar el domingo a Alsacia —en muchos pueblos pequeños alsacianos sólo funcionan los mercadillos en fin de semana— terminamos el día en Munster, otro pueblo «desconocido», famoso por su sopa de queso. Una buena idea para pasar un sábado o domingo en Alsacia es el mercado navideño medieval de Ribeauvillé, cerca de Colmar. Tiene un ambiente excepcional y el pueblo es precioso. En la web www.marche-de-noel-alsace.com encontraréis las fechas y horarios de los «marchés de Noel» alsacianos.

Fiasco con cadenas en el «país del reloj de cuco»

Como el tiempo parecía acompañar, el lunes nos propusimos llegar a Triberg, en pleno corazón de la Selva Negra, para ver el reloj de cuco más grande del mundo en el Eble Uhrenpark, a las afueras del pueblo. El segundo más grande se encuentra en Schonach, a 3 km de Triberg. La cascada más alta de Alemania —que se ilumina al anochecer, lo que ocurre sobre las cinco de la tarde— también está allí.

Estampa navideña en Gengenbach (Manolo y sus «amigos»).

Desde Kirchzarten la carretera a Triberg es más escarpada que la que discurre por el valle procedente del norte. Todo parecía ir bien hasta que, a pocos kilómetros del camping, la nieve de la carretera hacía el avance más y más dificultoso. Ante la imposibilidad de parar para evitar quedar atrapados, perdimos de vista a Manolo y seguimos adelante con el corazón en un puño hasta que encontramos un lugar donde montar los «autosock» y regresar al camping. El estreno de los «calcetines antinieve» funcionó perfectamente y pudimos llegar a la «segura» carretera principal. Tras el susto, en el camping nos reunimos con Manolo y los demás, que también habían salido airosos del trance. ¡Prueba superada!

Panorámica de Gengenbach (Selva Negra).
El “Plan B»

Abortado a nuestro pesar «el plan del día», dejamos la zona montañosa de la Selva Negra para mejor ocasión y pusimos en marcha un «plan B», reubicando los planes originales, para visitar Breisach am Rhein, pueblo fronterizo sobre el Rin. La catedral domina el río y nos fotografiamos junto al toro que emerge del suelo en honor a la Europa Unida. Como el mercadillo es pequeño e insulso y hacía bastante frío por la humedad del río, comimos estupendamente en una pequeña y coqueta cervecería local.

Aunque tampoco estaba previsto, pasamos la tarde en Riquewihr para que Paco y Gema lo conocieran. Riquewihr, pueblo de postal, es visita obligada en todo viaje a Alsacia. Acabamos la jornada en Friburgo, en la cervecería Martin’s Bräu, una institución en la ciudad. Situada junto a la Martin’s Tor, la puerta medieval, la cerveza es rica y a buen precio. Reservamos mesa para la cena de despedida del jueves. Si queréis probar el codillo asado (y vale la pena) conviene encargarlo, pues dos años antes nos quedamos con las ganas.

El nacimiento del Danubio

El plan del martes tampoco se libró de alteraciones. La necesidad de recoger a las chicas del aeropuerto obligó a trastocar el itinerario previsto. Lamentablemente Rottweil y Villingen-Schweningen se quedaron en el tintero y sólo Donaueschingen, la localidad natal del Danubio, se salvó de la quema… El Danubio nace oficialmente en una fuente barroca en los jardines del palacio, la Donauquelle. Sorprende un poco el entorno para el «nacimiento» de un río, pero hay que reconocer que tiene su encanto. Por supuesto no faltó la foto de grupo.

Desandamos lo andado (estábamos en puntos opuestos) y, mientras nos dirigíamos al aeropuerto a recoger a las «aviadoras», el resto se fue a Lörrach, ciudad alemana sin interés pero que nos vino muy bien para comer en su mercadillo. En general las comidas y las cenas solemos hacerlas en los mercadillos, pues es barato y la variedad, grande. Gastronómicamente los alemanes le ganan la partida a los franceses. Como alternativa a los mercadillos, las cervecerías alemanas son una pasada y con unos precios realmente buenos.

Lörrach tiene frontera con Suiza, por lo que uno puede plantearse una escapada al país helvético, siendo Basilea la elección más lógica por tamaño y proximidad. Eso sí, hay que cambiar euros por francos suizos. En 2007 dedicamos varios días a conocer la Navidad suiza. (El relato ilustrado de ese viaje también lo encontraréis en mi página web.)

En Alemania los mercados navideños suelen cerrar a las 20,30 ó las 21 h. En Alsacia los horarios son más tempraneros, pues lo normal es cerrar a las 19 h., salvo en Estrasburgo y Mulhouse, que lo hacen a las 20 h. (los findes, algo más tarde, por lo que es mejor consultar los horarios de cada lugar). En www.weihnachtsmarkt-deutschland.de encontraréis información y horarios de los mercadillos navideños de casi toda Alemania.

Acabamos el día cenando en el mercado de Friburgo, pero antes, en Saint Louis, hicimos la visita de rigor al supermercado para hacer acopio de las «delicatessen» alsacianas: «bière de Noel» (cerveza de navidad, buenísima y más dulzona); los famosos vinos alsacianos; los «bredeles» (pastitas típicas navideñas) y muchas cosas más.

Un rincón de Konstanz.
Konstanz, Meersburg y el lago Constanza

El miércoles nos fuimos al lago Constanza (el Bodensee, en alemán) a 120 km al este del camping. Konstanz es una ciudad preciosa, llena de rincones pintorescos y fachadas decoradas. El mercado navideño es grande, junto al puerto, y hay que contar con la mañana entera y algo más para hacer la visita a la ciudad y al mercado. En el puerto incluso hay un mercadillo en el interior de un barco.

A las 15,20 h. tomamos el ferry que cruza el Constanza de norte a sur, uniendo Konstanz con Meersburg, encantadora localidad medieval ribereña. Subir el coche al transbordador nos costó 10 €, incluido conductor. Los pasajeros adultos pagan 2,5 € y los niños, la mitad. Los perros también pagan. La travesía dura unos 20 minutos. Tuvimos mucha suerte porque la niebla matinal desapareció y la puesta de sol en pleno lago fue todo un espectáculo.

Meersburg es un pueblo de postal, dominado por sus castillos renacentistas. Allí encontramos una tienda de regalos y juguetes antiguos que es una maravilla. Visitad la exposición de trenes y otros en la planta superior. Hicimos compra en el supermercado del pueblo para disfrutar de una fantástica «cena de hermandad» en el «apartamento-club social» del camping. En algún momento incluso nos planteamos la posibilidad de llegar a la austriaca ciudad de Bregenz, pero la falta de tiempo nos hizo desistir.

Vista nocturna de Meersburg desde el ferry que cruza el lago Constanza.
Triberg y el «País del Reloj de Cuco»

El último día en la Selva Negra estaba reservado al «asunto pendiente»; es decir, Triberg y el «País del Reloj de Cuco». Estábamos dispuestos a ir sí o sí; en coche o en tren, aprovechando la tarjeta KONUS si con los coches no era posible. Tras la nevada de la noche, el jueves amaneció cubierto, pero sereno y nos decidimos por los coches, eso sí, entrando por el norte, vía Lahr y el Kinzigtal, pues la carretera es ancha y discurre a pie de valle. La verdad es que la Selva Negra nevada es un espectáculo increíble, con sus típicas granjas de grandes e inclinados tejados.

Las chicas del grupo junto a la maquinaria del reloj de cuco más grande del mundo, en Triberg.

Y por fin llegamos al reloj de cuco más grande del mundo. Éste se encuentra a pie de carretera, antes de entrar en Triberg. A las horas en punto «canta el cuco». Forma parte del edificio donde la marca Ebler tiene su enorme tienda de relojes de cuco. Bajo una ligera nevada dimos una vuelta por Triberg —la localidad no tiene demasiado interés—, pero la nieve arreciaba y no pudimos visitar ni la cascada iluminada ni mucho menos el otro reloj de cuco de Schonach, pues corríamos el peligro de quedarnos bloqueados si dejábamos que siguiera cayendo nieve. Hay que tener en cuenta que estábamos a bastante altura, pues en el valle no nevaba en absoluto.

Gengenbach, con un pintoresco ayuntamiento (Rathaus) barroco y una bonita plaza llena de casetas del mercadillo navideño nos vino fenomenal para comer, entre otras cosas, las típicas salchichas con «sauerkraut”» (el “choucroute” francés; es decir, col fermentada).

Cena de despedida del grupo en la cervecería Martin’s Bräu de Friburgo: codillo a destajo.
Cena de despedida en la Martin’s Bräu

Al día siguiente diríamos adiós a la Selva Negra. Los «aviadores» retornarían volando a casa, mientras los caravanistas iniciaríamos el regreso con parada prevista en Bayona. Pero había que despedirse a lo grande y nada mejor para ello que una cena alemana en la Martin’s Bräu de Friburgo. Los platos son generosos y los precios contenidos, ¿Se puede pedir más? Es buena idea pedir jarras de cerveza de litro y medio para compartir. El codillo asado está de miedo y los otros platos también, así que el éxito está asegurado. Eso sí, procurad reservar mesa, salvo que vayáis a horas muy intempestivas para sus costumbres, claro.

El retorno

Si hasta entonces el tiempo había sido bastante clemente con nosotros, la nieve quiso «despedirse» y enganchamos las caravanas bajo una buena nevada que, afortunadamente, cesó al llegar a la autopista. Dejamos a los amigos en el aeropuerto. No obstante, Paco y Gema, que volaban por la tarde, aprovecharon la tarjeta KONUS para pasar el día en Basilea. ¡Los únicos que la disfrutaron! Desde el aeropuerto hay autobuses que llevan a la ciudad suiza, a sólo 3 km de distancia. El viaje de vuelta no ofreció dificultades y pernoctamos en el camping Suïsse Océan, en La Souterraine. El sábado, después de comer, llegamos a la frontera española. Acampamos en el camping Larrouleta, de Urrugne, y por la tarde nos dispusimos a poner el broche al viaje en el Village de Noël, de Bayonne.

El Village de Noël

Bayonne es una ciudad interesante, con algunas casas de entramado de madera y rincones pintorescos. Como algunas ciudades francesas no alsacianas, tiene también su «marché de Noel» y el suyo no está mal, como tampoco lo está el de Burdeos, pero para unos «veteranos» de Alsacia y Alemania, esos «marchés» resultan bastante descafeinados. Les falta «magia», es lo que tiene estar mal acostumbrado… En cualquier caso la visita nos permitió «alargar la fiesta» un poco más, y así pusimos, ahora sí, punto y final a un viaje precioso a la preciosa Selva Negra… más “blanca” de lo imaginado.

 Pueblos de postal y relojes de cuco
¡… Y tocó dejar la Selva Negra!

Éste fue nuestro quinto viaje a la zona en diez años. Se nota que nos gusta mucho. En los anteriores nos centramos más en Alsacia que en Alemania, así que ya le tocaba el protagonismo a la Selva Negra, con sus montañas, sus pueblos de postal y sus relojes de cuco. Para una mayor información podéis «ver y leer» los relatos de esos viajes (y muchos más) en mi nueva web personal www.francisco-colet-viajesycaravaning.com. Además encontraréis todo lo que hay que tener en cuenta para preparar un viaje “a fondo”: las mejores rutas para cruzar Francia gastando lo justo; ahorrar en peajes y combustible, etc.

Viajar gratis

La tarjeta Konus hace la vida más fácil a los turistas de la Selva Negra. Cualquiera que se aloje allí tiene acceso gratuito a la Konus, que permite a los visitantes viajar gratuitamente por la Selva Negra en tren, bus (para el tranvía, preguntad) durante su estancia. También incluye la ciudad de Basilea (Basel) en Suiza. Os la facilitarán en recepción. Hay una parada de autobús junto al camping y la estación de tren está a unos quince minutos andando. Más info en la web del camping Kirchzarten. Allí encontraréis un enlace al folleto explicativo de la Konus. Viene en alemán, pero con el traductor de Google se acabaron los problemas. En recepción hablan inglés. La Konus puede ser una alternativa excelente al coche para ciertos destinos. No obstante, al ser once, optamos por ir en dos coches; pero a punto, a punto estuvimos de utilizarla a causa de la nieve. En suma, una ventaja muy a tener en cuenta.

Más información

En Alemania hay más de 2.500 campings, y algunos abren todo el año (sobre todo los que están situados en zonas donde se pueden practicar deportes de invierno); el resto abre de abril a octubre. La Oficina Alemana de Turismo, en colaboración con la Asociación Alemana de Campings (BVCD), ha elaborado una guía con una selección de más de 1.000 campings, valorando detalles tan importantes como, por ejemplo, la ubicación, las instalaciones sanitarias (que están por encima de la media europea), la oferta de actividades para niños y adultos, la limpieza y la seguridad, etc. También es útil y puede consultarse la Guía de Áreas de Servicio para Autocaravanas (España y Europa) 2010-2011, de Peldaño.

 

 

 

Travesías a pie en el Pirineo Leridano

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El senderismo es una de las actividades estrella en el Pirineo leridano.

En esta época de finales de verano y comienzos del otoño, las tierras de Lleida, tan demandadas por los amantes de los deportes de nieve en invierno, se convierten en hermosos paisajes en los que el verde y el ruido del agua son los protagonistas. Los aficionados al senderismo pueden disfrutar de excelentes travesías circulares para descubrir a pie.

La idea es calzarse las botas de trekking, echarse la mochila al hombro y disfrutar del paisaje mientras se camina. Rutas que se pueden descubrir en pareja, en famila o con amigos, alojándose en un camping de la zona y aprovechando las temperaturas y paisajes otoñales.

AIGÜESTORES Y ESTANY DE SANT MAURICI

El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici concentra buena parte de las rutas pirenaicas, que recorren parajes de gran belleza, y atraen cada año a mayor número de visitantes. El parque se extiende por las comarcas del Pallars Sobirà, el Pallars Jussà, la Alta Ribagorça y la Vall d’Aran. El acceso al parque se puede efectuar por la N-260 hasta llegar a Sort, donde tomaremos la C-13 hasta el desvío de Espot. A partir de este punto es obligado dejar el vehículo y seguir a pie o en bicicleta, ya que es zona protegida.

«Els Encantats», Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

Aigüestortes es único por la majestuosidad de sus paisajes y por la riqueza de la flora y fauna que acoge, ya que el parque está sembrado de abetos centenarios y bosques de pino negro, y regado por casi 200 lagos de montaña. En él se refugian rebecos, urogallos, marmotas y el mítico quebrantahuesos.

De entre todos los itinerarios debidamente señalizados en el Parque Nacional sobresale el conocido como «Carros de Fuego», que propone cruzar el parque practicando el trekking y pasando por los nueve refugios de la zona durante 5 o 7 días a una altitud media de 2.400 metros, con un desnivel acumulado aproximado de 9.200 metros y un recorrido de 55 kilómetros. También se puede hacer la ruta en BTT, por la zona periférica del parque, conocida con el nombre de «Pedales de Fuego». La ruta tiene un total de 220 km y unos 11.000 m de desnivel acumulado, con un 70 por 100 de pista forestal y el resto de carreteras y caminos semiasfaltados.

el gran bucle

También dentro del parque, Encantats es una ruta de 92 km y 9.080 m de desnivel acumulado que recorre la Val d’Aran, el Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça por dentro del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. La travesía utiliza caminos históricos, algunos de los cuales han sido recuperados y señalizados, y pasa por valles, collados, pueblos y caminos históricos en un itinerario circular de 5 etapas que comienza y termina en Vielha.

El forfait de servicios de la ruta, que organiza la empresa de actividades de montaña Camins de junio a octubre, incluye el transporte de equipaje de un alojamiento a otro, sistema muy utilizado por otras rutas similares de Europa (Hiking without luggage) y que permite un mayor disfrute de todo el recorrido.

También en Vielha comienza y termina la travesía circular de la Val d’Aran, Setau Sagèth, de 103 km y con 9.100 m de desnivel acumulado, que recorre, en gran parte, el GR211. Atraviesa tres collados de montaña, llenos de historia y tradiciones, que son el collado de Güerri (2.320 m), el Port de Rius (2.340 m) y el Port de Vielha (2.470 m). La ruta se ha diseñado en base a cinco etapas, de forma que sea asequible al mayor número posible de personas. El recorrido sigue la dirección de las agujas del reloj y discurre siempre por sendero señalizado, sin ningún paso de dificultad técnica, lo que lo hace sequible a todo el mundo que pueda afrontar el reto físico que conllevan las etapas.

La unión entre ambas rutas (Setau Sagèth y Encantats) es el Gran Bucle, el tour de la Val d’Aran y el Parque Nacional, un itinerario circular de siete etapas, con inicio y final en Vielha, con un recorrido de 140 km y 6.305 m de desnivel positivo y 6.572 m de desnivel negativo.

la vía calda

La Val d’Aran incluye la Via Calda, una ruta lineal de senderismo de 88 km que recorre las mejores zonas termales del Pirineo pasando por las zonas más interesantes de la Val d’Aran y la Alta Ribagorza: El Pont de Suert, Boí, Tredòs, Arties, Vielha y Les. El itinerariopermite conocer el circo de Colomers, con 48 lagos; visitar las iglesias románicas de la Vall de Boí; cruzar los Pirineos a pie por el Port de Caldes (2.550 m); o disfrutar de las modernas Termas de la Baronia de Les, que eran utilizadas ya por los romanos, entre otros, en una ruta que se puede hacer en 4 o 5 etapas del 20 de mayo al 20 de octubre.

cavals del vent

En 2012 se celebra también el décimo aniversario de la ruta Cavalls del Vent, que consiste en recorrer los ocho refugios con guarda del Parque Natural del Cadí-Moixeró (Lluís Estasen, Gresolet, Sant Jordi, Rebost, Niu de l’Àliga, Serrat de les Esposes, Cortals de l’Ingla y Prat d’Aguiló) mediante un sinuoso y variado itinerario de gran belleza. El recorrido, que se puede hacer del 9 de junio al 24 de septiembre, pasa por vertientes meridionales y septentrionales y a veces transcurre por crestas de montañas. Las altitudes en las que se desarrolla el circuito van desde los 910 a los 2.520 m, con una longitud de 82 km y un desnivel total positivo de 5.200 m. Este año hay tres categorías: menos de 24 horas, menos de 36 horas y travesía.

la alta cerdanya

Nuestra última propuesta a pie sería la Ruta dels Estanys Amagats, una travesía circular de alta montaña entre la Alta Cerdanya (Espacio Natural Cerdanya-Alt Urgell) y el valle de Madriu (Andorra) a través de un itinerario que, utilizando la red de refugios de la zona, une cumbres, líneas de crestas, bosques y 40 lagos. En esta edición se ha mejorado parte del itinerario, que pasa por el bosque del Cap de la Cot, para llegar al refugio del Cap del Rec y actualmente la travesía tiene un recorrido de 71 kilómetros y 3.599 metros de desnivel acumulado y se puede llevar a cabo desde mediados de junio a mediados de septiembre. Además de las cumbres, los bosques y los lagos de alta montaña, los amantes del trekking pueden conocer pueblos del Pirineo de Lleida, Girona y Andorra, monumentos, campos de cultivo y pastos, etc. Los participantes tienen la posibilidad de realizar la modalidad «Atalayas de Frontera» con las cimas de la Tossa Plana de Lles, el Puigpedrós, Pic de Pesons y Perafita.

Cuatro semanas por Gran Bretaña

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Con especial atención a Escocia

Siempre hemos pensado que la calidad tiene un precio que vale la pena pagar. En este viaje se ha reforzado nuestro convencimiento puesto que la alta calidad de los materiales de nuestra Hymer nos ha salvado, si no el tipo, sí, seguro, las vacaciones, tan esperadas, tan deseadas. Han sido cuatro semanas de paseo por Inglaterra, Gales y, sobre todo, Escocia.

Un viaje hasta la verde Escocia pasando por Inglaterra y Gales.

por María José Caldentey

Revolotean las gaviotas, nerviosas, alrededor del barco. Unos quinceañeros les echan pan y, raudas, cazan los mendrugos al vuelo. Las más atrevidas se lo llegan a quitar de las manos. Es un espectáculo y un entretenimiento para pasar la casi hora media que tarda el ferry en cruzar de Calais a Dover. Hace sol y pronto se divisan las escarpadas y blancas paredes de los acantilados ingleses.

El centro histórico de Canterbury cuenta con edificios históricos, cafés y una animada vida a cualquier hora.

Salimos de Sant Felíu de Codines (Barcelona) con nuestra autocaravana Hymer hace tres días, pero nos hemos entretenido uno visitando Lille ya que pasábamos al lado de esta ciudad, famosa por su bonito centro histórico. En realidad bastaban dos días para realizar el trayecto, pues son 1.325 km todo por autopista.

Desembarcamos sin problemas a las cinco de la tarde de nuestros relojes, una hora más en la isla, y descubrimos que conducir por la izquierda no es tan difícil como temíamos, sólo hay que ir con cuidado en las rotondas. El problema, en cambio, que descubrimos casi enseguida, es que fuera de las autovías y autopistas (todas gratis) o las carreteras son muy estrechas o nuestra Ac muy grande y, claro, la que va en el lado de la mediana de la carretera ¡soy yo!; total: pronto me acostumbro a cerrar los ojos cuando veo que nos vamos a cruzar con un camión, no se trata de andar sufriendo cuatro semanas, y ya se sabe que «ojos que no ven…».

No sin problemas llegamos al camping Canterbury C&C Club Site, nos ha costado encontrarlo. Por suerte la gente es muy amable y nos han ido guiando.

SEGUNDO día, CANTERBURY y «ROYAL TUMBRIDGE WELLS»

Como hace sol cogemos la moto (una Scoopy 49 cc) que llevamos embarcada —nuestra Hymer tiene un garaje enorme— para desplazarnos más cómodamente. Visitamos la catedral de Canterbury, sede de la iglesia anglicana y tan magnífica como nos habían contado. Y nos sorprende muy agradablemente, por inesperado, el encanto de la ciudad que rodea la catedral: parece tal cual que estemos en la Edad Media. Paseamos por su centro histórico, peatonal, contemplando las mansiones y palacetes que se asoman a los canales que lo cruzan y compramos cerezas, buenísimas, en uno de los numerosos puestos callejeros instalados en la «calle Mayor».

Después no podemos resistirnos a pasear, en moto, por la famosa campiña inglesa ya que estamos en el condado de Kent y el tiempo sigue acompañando. Por supuesto, tomamos el té —a las cuatro, no a las cinco— acompañado de unas deliciosas galletas de mantequilla que ya no dejarán de acompañarnos durante todo el viaje.

De regreso a nuestra «casita» nos perdemos. No hay manera de encontrar el camping. Paramos en la cuneta para estudiar el mapa y un motorista se ofrece a ayudarnos. ¡Al final acaba llevándonos hasta casi la misma puerta del camping. ¿Alguien pensaba que los ingleses eran antipáticos con los extranjeros?

Visitando el «College Christ Churh», en Oxford.
TERCER DÍA, CANTERBURY-OXFORD

Como conocemos Londres y estamos en el mes de julio, o sea, época turística a tope, preferimos olvidarnos de la capital en este viaje, así que la «saltamos» y nos dirigimos directamente a Oxford. Para no meternos en líos de tráfico y de calles estrechas nos dirigimos directamente a uno de los cinco «Park & Ride» de Oxford, aparcamos allí pero en lugar de coger el autobús que te lleva al centro bajamos nuestra moto. Gran acierto puesto que la calle de entrada a la ciudad está colapsada de tráfico y la moto nos permite adelantar el embotellamiento. De todas maneras disfrutamos contemplando estas calles tan inglesas, flanqueadas por casas —en su mayoría de ladrillos rojos—, todas con sus jardincitos en la entrada, muy cuidados y, en esta época del año, llenos de flores. Así, aparcamos en el mismísimo centro y mientras tomamos un café en una de las «Costa Café» (las únicas cafeterías en las que el café no es malísimo) charlamos con el camarero que resulta ser español y nos informa de que tenemos suerte pues es el día de «puertas abiertas» de los Colleges. Nos dirigimos al archiconocido Christ Church College, fundado en 1524, el más grande y más famoso de la universidad de Oxford y el único en el mundo que tiene catedral, pero famoso también ahora porque ha sido lugar de rodaje de las películas de Harry Potter y de su «dinning hall» se hizo una copia exacta en los estudios de cine para rodar las películas de este niño-mago. Y también en este College el profesor Lewis Carroll se inspiró para escribir «Alicia en el país de las maravillas», siendo la verdadera Alicia la hija del entonces director. Interesante es también la enorme campana del siglo XVII, de la Tom Tower, situada sobre la puerta de entrada, que —dicen, no lo comprobamos—, cada noche a las 21,05 horas suena 101 veces en recuerdo de los 101 estudiantes que había en la época y cuyo repique señalaba también el toque de queda que cerraba las puertas del College.

Paseamos por el centro de la bulliciosa ciudad, sobre todo por la High Street, vía amplia, peatonal, muy comercial y bordeada por hermosos edificios. Cuando ya cae la tarde sorteamos de nuevo las caravanas de coches y salimos de la ciudad para dirigirnos al camping Diamond Farm.

cuarto día, OXFORD–STRATFORD-UPON-AVOn–YORK
Fachada de la casa natal de Shakespeare, en Stratford-Upon-Avon.

Utilizamos de nuevo el servicio de Park & Ride, que tan útil nos está resultando, al llegar a la ciudad natal de Shakespeare. Stratford-Upon-Avon es una pequeña y encantadora ciudad en donde todo está dedicado al gran escritor. Conserva la casa natal (nació en 1564) y su tumba (1616), así como otros lugares que frecuentó.

Atravesamos los bosques de Sherwood (donde vivía Robin Hood) y llegamos a York sobre las 3 de la tarde. York es una histórica ciudad fortaleza. Fundada en el año 71 por los romanos, se convirtió en una de las dos capitales de la Britania romana. Los vikingos tomaron la ciudad en el 866, renombrándola Jórvic, y fue la capital del reino normando. En 1970 descubrieron, en unas excavaciones, una parte del poblado vikingo; los arqueólogos reconstruyeron, en lo que ahora es un sótano enorme, dos calles tal como debió verlas el viajero que llegara en el año 975: las casas, los artesanos trabajando, los ruidos, los olores y este poblado es lo primero que visitamos. Después paseamos por el casco viejo, el antiguo barrio de carniceros, las murallas y la catedral con unas vidrieras bellísimas. Vamos a dormir al Rowntree Caravan Park, muy cerca de la ciudad pero pequeño, lleno y caro.

quinto día, YORK-WHITBY-A68

Dejamos la línea recta que nos lleva hacia las highland para dar un rodeo y acercarnos al mar. Whitby es un pueblo de pescadores bañado por las frías aguas del mar del Norte, con empinadas callejuelas y casitas encantadoras. Almorzamos en un restaurante del centro, pescado con patatas fritas, que parece ser el plato nacional. Durante el paseo vemos alusiones al Conde Drácula y es que en este puerto es donde se inicia la novela del famoso vampiro. Como llueve y hace fresco tras el almuerzo reiniciamos camino hacia Jedburg. Conduzco un rato y me divierte experimentar el ir por la izquierda aunque tengo los cincos sentidos puestos, no vaya a ser que me equivoque. El paisaje es cada vez más verde (también hace cada vez más frío), abundan las granjas de cerdos y las ovejas diseminadas por las colinas.

Cansados, no llegamos a Jedburg, paramos en un agradable camping (15 libras con electricidad) que encontramos en la carretera A68.

York es una histórica ciudad-fortaleza que conserva parte de sus murallas y un casco antiguo intramuros.
SEXTO día, ESCOCIA: JEDBURGH – EDIMBURGO

Por fin atravesamos la frontera con Escocia. De hecho el objetivo principal de nuestro viaje es este país. La frontera está clarísimamente señalizada en la carretera, con una zona de aparcamiento presidida por una gran bandera escocesa. Jedburg es un pequeño pueblo que nos hace ilusión recorrer por ser el primero de Escocia; visitamos las ruinas de lo que debió de ser una magnífica abadía y dejamos de ver la casa en donde se alojó María Estuardo.

Y llegamos a Edimburgo, la capital de Escocia. Primero nos dirigimos al camping Caravan Club, situado al lado del mar pero muy céntrico, limpio, ordenado, amplias parcelas. Almorzamos y a las 14 horas ya estamos aparcando la moto en la mismísima «Royal Mile» que comprende el eje Canongate y High Street, que comunica el castillo con el palacio Holyrood Palace, residencia aún hoy de la reina cuando visita esta ciudad. Nos dirigimos a visitar el castillo en cuyo patio están levantando ya las gradas para el famoso Festival Internacional de Edimburgo que se celebra todos los años en agosto. El castillo preside la ciudad pues se halla a 135 m de altitud, sobre un volcán apagado. Es muy bonito pero está demasiado lleno de turistas. Paciencia. Y, al salir, el gran chubasco. Hasta ahora nos habíamos escapado, casi cada día llovía a una hora u otra pero no nos «pillaba», apenas una llovizna, pero ahora va en serio. Además hace frío. Intentamos pasar el tiempo visitando una enorme tienda (3 o 4 pisos) de productos del país: cuadros escoceses por todas partes, jerseys de lana, boinas, mantas, galletas, mermeladas. Al rato parece que para la lluvia. Paseamos pero hay tanto charco que tengo los pies mojados y helados: ¡menos mal que venden unos estupendos calcetines de lana escocesa! Conseguimos recorrer toda la famosa calle, observar las hermosas fachadas (algunas de los siglos XVI y XVII), descubrir los curiosos callejones («courts»)… pero el tiempo apenas mejora por lo que decidimos retirarnos a cenar a nuestra «casita». No hace ni dos minutos que circulamos con la moto cuando vuelve a diluviar y, encima, nos perdemos. Menos mal que conservamos el buen humor y tras un rodeo —y la ayuda de unas amables jovencitas— conseguimos llegar al camping.

séptimo día, EDIMBURGO y excursion: MUSEUM OF FLIGHT–NORTH BERWICK
Un rincón de Windermere, dentro del Parque Nacional del Distrito de los Lagos.

Dedicamos la mañana a una de las aficiones de mi marido: los aviones. No muy lejos de Edimburgo, en los alrededores de Haddington, se encuentra el «Museum of Flight» instalado en una base abandonada de la RAF. Se trata de una interesante exposición de máquinas voladoras de todos los tiempos distribuidas en cuatro hangares, lo que demuestra, una vez más, el respeto que los ingleses tienen por todo lo antiguo, su interés real en conservarlo y el don de convertirlo en un museo. Al salir nos dirigimos a North Berwick, un pueblo de veraneo con un cierto aire victoriano que contempla una enorme roca que emerge en medio del mar de forma espectacular a unos pocos cientos de millas de la playa. Después de comer regresamos a Edimburgo para seguir paseando por esta bonita capital, hoy, sí, con sol. El camino de regreso, por un carretera secundaria casi pegada al mar resulta de lo más agradable: por los paisajes, salpicados de campos de golf, el mar, los plataneros marcando los bordes de la carretera, las casas con sus jardincitos llenos de flores y, de vez en cuando, a nuestra derecha, el mar.

En Edimburgo visitamos el Palace of Holyroodhouse (el de la reina), la plaza de Grassmarket y la «New Town», un barrio que es símbolo de la arquitectura georgiana: Princes Street, Queen Street, Charlotte Square… calles muy elegantes, simétricas y armoniosas.

octavo día, EDIMBURGO

Seguimos en Edimburgo dedicando el día al relax: paseos por la playa y los jardines que tenemos cerca del camping, compras y paseos por el centro y lectura. En la capital, como no tenemos prisa nos sentamos a escuchar a unos músicos callejeros que tocan realmente bien, y también nos detenemos a observar a un gaitero vestido impecablemente de escocés que se encuentra en la entrada de un hotel de super lujo. Cada vez que llega un cliente el gaitero toca mientras el portero –de impoluta librea– atiende a los recién llegados. Curiosamente mientras estamos allí (y pasamos dos veces no seguidas en ese día) todos los clientes que llegan son hindúes.

NOVENO DÍA, EDIMBURGO–COSTA FIFE–ST ANDREWS–BLAIR CASTLE

De nuevo en marcha nos dirigimos hacia la costa de la península de Fife para llegar a St Andrews siempre por la carretera de la costa y visitando algunos pueblecitos interesantes. La primera parada es Lower Largo, pequeño pueblecito de pescadores donde nació el auténtico Robinson Crusoe: se llamaba Alexander Selkirk y era teniente de la marina. Fue abandonado por insumisión en la isla de Juan Fernández, donde permaneció durante cuatro años y cuatro meses. El escritor Daniel Defoe se inspiró en su historia para escribir la famosa novela. El pueblecito, de calles muy estrechas, está al borde mismo del mar y es realmente encantador. De Pittenween visitamos el puerto de pesca, muy activo y con bonitas casas del siglo XVI restauradas. La tercera parada la hacemos en Crail para ver el que parece ser el puerto más fotografiado de Escocia. Y llegamos a Saint Andrews, paraíso soñado por todos los jugadores de golf (es aquí donde nació este deporte). Pero ¡oh decepción! No hay nada como idealizar un lugar para llevarse un gran chasco. Empeora el hecho de que una de las calles principales está en obras, de todas formas paseamos y por suerte encontramos un restaurante italiano que resulta buenísimo y para nada caro. En cuanto a los campos de golf, por supuesto están en los alrededores del pueblo, hay campos para todos los públicos y a unos precios baratísimos. También aquí se encuentra la playa de los West Sands que es donde se rodaron algunas de las escenas de la película «Carros de fuego».

El castillo de Edimburgo es una antigua fortaleza erigida sobre una roca de origen volcánico ubicada en el centro de la ciudad.

Decidimos no quedarnos a dormir en St Andrews y seguimos viaje rumbo a Inverness. Los paisajes son cada vez más verdes, se alternan zonas boscosas con zonas donde los pastos y las ovejas son los únicos protagonistas. Llegamos a Blair Castle y decidimos pernoctar aquí para visitar el castillo por la mañana pero «huimos» del camping del castillo porque es enorme, está abarrotado y parece una «ciudad de vacaciones». En cambio encontramos un camping más pequeñito, al lado del río.

DÉCIMO DÍA, BLAIR CASTLE–INVERNESS–LLOCH NESS–FORT AUGUSTUS

Esta mañana nos hemos despertado con sólo 12º C pero con un sol radiante por lo que hemos pensado llegar pronto a Inverness (estamos sólo a 140km) y dar la vuelta al lago Ness: hemos estudiado el plano de Inverness y alrededores y hemos visto que hay unas carreteras secundarias, que recorren el lago Ness por la orilla este, la opuesta a la autovía que recorren los turistas y nos apetece muchísimo esta excursión. Por esto renunciamos a visitar el Blair Castle ya que no abre hasta las 10 de la mañana.

Llegamos a Inverness y nos dirigimos directamente al Camping Bunchrew Caravan & Camping Park, al lado del mar aunque a 5km de la ciudad. Es un camping curioso pues puedes ponerte donde quieras (luego encontraremos otros así), sobre todo si no necesitas luz… ¡como si te quieres poner en la playa!, la verdad es que este «desorden» personalmente no me gusta.

La excursión resulta tan bonita como esperábamos: tomamos la B 862 pero al salir de Dores cogemos la desviación hacia Torness en vez de bordear el lago. Es una carretera de un solo carril con apartaderos para dejar pasar cuando se encuentran dos vehículos. Contemplamos magníficas vistas sobre el lago, atravesamos una garganta recubierta de tupida vegetación y finalmente llegamos a Fort Augustus. Almorzamos en Fort Augustus, visitamos las esclusas y, tras la foto de rigor ante el cartel de «Loch Ness», nos volvemos a Inverness por donde hemos venido pero por la ruta que va pegada al lago, preciosa, incluso más que la anterior.

Como el día es tan largo aún nos da tiempo de pasear por la ciudad porque, además, como ya habíamos leído, esta ciudad se visita en un santiamén: el puente y las casas de la embocadura del lago Ness, High Street, Church Street y el centro comercial East Gate muy original por los colores de la decoración de las tiendas y por los autómatas. Pero lo que más me ha llamado la atención han sido los enormes rosales de espléndidas rosas que crecen en todos los jardines: ¡estamos en julio! Claro que para pasear por la noche tengo que ponerme la chaqueta polar.

DÍA 11: INVERNESS–TONGUE–DURNESS
Llegada a la ansiada Escocia.

Hoy todo el recorrido resulta espectacular. Queremos llegar a la punta más al norte de Escocia —y de toda a isla— aunque por lo que hemos leído no es una zona muy frecuentada por el turismo (y quizás esta es una razón más que nos motiva a ir). Para ello tomamos la carretera general A 863 y para nuestra sorpresa resulta tener un solo carril con los ya conocidos apartaderos (passing place), ¡setenta kilómetros así! ¡Una carretera nacional! Menos mal que hay poca circulación.

El paisaje ya es sólo de rocas, colinas verdes y ovejas. Es un paisaje «duro»: se intuye que el viento, la lluvia y el frío han moldeado estas tierras. Abundan los lagos de aguas oscuras y ferroginosas y sólo de vez en cuando se encuentra una casita, normalmente pequeña y blanca aunque algunas son muy negras y se ven aún más pobres.

Llegamos a Tongue (pueblo de pocas casas y dispersas) ya en la costa del Norte y recorremos una antigua carretera que bordea el Kyle of Tongue, unos 20 km de bonito paisaje. Siguiendo hacia Durness llegamos al Loch Eriboll, paisaje espectacular: el mar, las arenas bancas, los acantilados, las rocas surgiendo del mar, las verdes colinas, las ovejas… y entonces sentimos un golpe tremendo, toda la autocaravana tiembla, el parabrisas empieza a cuartearse… Un águila ha chocado con nosotros, bajaba en picado (seguramente iba a cazar un conejo) y ni nos ha visto. El animal ha chocado de lleno contra el eje del limpiaparabrisas central: el cristal, por fuera, está destrozado y hay plumas y restos del águila enganchados en el eje.

Muy preocupados por lo que va a pasar (no hay un taller ni de coches en muchos kilómetros, cientos para encontrar un distribuidor de Hymer) telefoneamos a nuestro distribuidor en España (Autosuministros Motor, de Vic) quien nos asegura que el parabrisas que llevamos es laminado y que posiblemente sólo se haya quebrado la lámina exterior. ¡Cómo nos alegramos de la estupenda calidad de los materiales Hymer! Porque, en efecto, recorreremos casi 4.000 kilómetros más, a veces con lluvias intensas, con vientos furiosos, con frío y después con calor… y llegaremos a Vic sin más percance que algunas rayas más en el cristal.

Pero ahora estamos llegando a Durness, meta del día. Hay un camping (de nuevo instálate donde quieras) justo sobre los acantilados: delante nuestro el mar hasta llegar al Ártico. Hace fresco y bastante viento, pero no llueve. El pueblo es, como el anterior, un conjunto de casas dispersas.

Habíamos llegado a «la cumbre» de la isla de Gran Bretaña, pero el viaje continuará (ver la segunda parte)

 

Rutas en el Lago de Sanabria

Zamora en invierno
Paisaje del lago de Sanabria nevado.

En invierno la nieve transforma el paisaje del Parque Nacional del Lago de Sanabria y lo convierte en un hermoso entorno digno de visita en cualquier época del año. El parque está ubicado en la zona de montaña de las sierras de Segundera y Cabrera, en la provincia de Zamora, y alberga el mayor conjunto de lagunas de origen glaciar después de los Pirineos, heladas o muy frías en esta época del año. Para visitar la zona el mejor alojamiento son los campings Peña Gullón o El Folgoso, ambos con unas instalaciones modernas y confortables, con facilidades y servicios que ayudan al visitante a disfrutar de su estancia.

De las más de 30 lagunas que conforman el parque natural, situadas a unos 1.500 m de altitud, la más grande es el lago de Sanabria, el mayor lago de origen glaciar de toda la península Ibérica, con una longitud que supera los tres kilómetros y una profundidad de más de 50 metros.

El parque, con una extensión que supera las 22.000 hectáreas, comprende los términos municipales de Galende, Cobreros, Trefacio y Porto. Cuenta con más de 1.500 especies vegetales debido a su situación geográfica, entre el clima atlántico y mediterráneo. Lo más abundante son los bosques de robles y, en menor cantidad, acebos, tejos, abedules y castaños. La fauna también es variada y podemos destacar especies como el corzo, el lobo, el gato montés, la perdiz, el águila real…

RUTAS A PIE

Dentro de este entorno, en esta época invernal se puede disfrutar del senderismo en alguna de las numerosas rutas a pie, rodeadas de bellos paisajes. Entre ellas:

– La cascada de Sotillo, situada en el pintoresco pueblo de Sotillo, que acaba en la laguna del mismo nombre, donde nace el río Truchas.

– Cañón del Forcadura; que comienza en el pueblo de Vigo de Sanabria y asciende por el río, para seguir subiendo hasta el altiplano de la sierra y finalizar en la laguna de los Peces.

 

Adria: un completo catálogo de autocaravanas para todos los gustos

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Como ya hemos adelantado, la firma eslovena Adria amplía esta próxima temporada su gama de vehículos premium con la nueva Matrix Supreme sobre Mercedes Benz, pero ofrece una completa gama de vehículos para adaptarse a todo tipo de gustos y necesidades del cliente.

Así, en la gama integral Supersonic, presentada la temporada pasada también sobre Mercedes Benz y reconocida con los más importantes premios internacionales de diseño, se añade una nueva distribución: Supersonic 780 DL, pensada para parejas, con un dormitorio independiente, un amplio comedor y cama sobre la cabina, con una amplia gama de equipamiento y accesorios opcionales, como un nuevo toldo de techo con luz led regulable; una cámara 360º para controlar la salida de aguas grises; base giratoria en los asientos con suspensión neumática; o el wc cassette de cerámica.

La gama de integrales Sonic mantiene siete modelos con dos niveles de equipamiento: Plus y Supreme, montados sobre Fiat Ducato, y esta temporada con nuevas luces Hella® con módulo LED DRL y Bi-LED, implementadas en la producción de 2023. Por lo demás, el producto y ofrece una variedad de colores de carrocería exterior, mobiliario y tapicerías.

En las gamas Matrix Axess y Matrix Plus, con un catálogo de nueve modelos, no cambian sustancialmente. Los modelos Matrix Plus van montados sobre chasis Fiat y Matrix Axess sobre Citroën, en ambos casos con doble suelo de serie.

Las capuchinas Coral XL continúan también sin cambios respecto a la temporada pasada y están dsponibles en dos acabados:  Plus sobre chasis Fiat,  y Axess sobre chasis Citroën, en ambos casos con calefacción Truma.

Autocaravanas para todos los gustos: así son las nuevas Hobby

¿Buscas una autocaravana para viajar en pareja o mejor una para toda la familia? Una temporada más, Hobby busca complacer las necesidades de todos los viajeros y continúa con su ya probada y exitosa serie Optima para este 2024.

Optima Ontour: diseñado para la flexibilidad

optima ontour almacenamiento autocaravanas nuevas hobby

Sin duda, nos encontramos ante uno de los clásicos de la marca. Con seis distribuciones posibles, las autocaravanas Ontour construidas sobre Citröen ofrecen las mejores soluciones tanto para parejas como para familias.

Entre los modelos más destacados que presenta este año nos encontramos con:

  • Optima Ontour T65 HKM: con espacio para hasta siete plazas para dormir con litera, cama abatible y colchón en la cabina del conductor.
  • Oprima Ontour T65 GE: con un diseño centrado en la comodidad, el fácil acceso a las camas y en un amplio garaje trasero.
  • Optima Ontour T70 F: perfecto para todos aquellos viajeros que valoren el espacio del baño, ya que cuenta con un amplio lavabo trasero extra grande.

Además, también contamos con la Optima Ontour Edition, una autocaravana para los que buscan un vehículo compacto pero sin renunciar a las comodidades. Este vehículo de solo 2,23 metros, montado sobre chasis de Citröen se puede encontrar en dos distribuciones: camas individuales o de matrimonio.

Optima De Luxe: lujo con estilo

Optima De Luxe 2024 autocaravanas nuevas hobby

Un año más tenemos la gama Optima De Luxe con el mismo diseño de la temporada pasada, montada sobre chasis de Fiat. Con un look hygge escandinavo, esta gama de autocaravanas Hobby quiere satisfacer las necesidades de todos aquellos que valoran el lujo y la perfección aun estando en ruta.

Con sus cinco modelos, ofrecen soluciones que incluyen conceptos que prestan más atención a la vida y el confort en movimiento. Un buen ejemplo de esto es el espacioso baño de la Optima De Luxe T70 GE que cuenta con una puerta intermedia que permite separar el aseo de la zona del salón, dejando así un baño que ocupa todo el ancho del vehículo y con conexión directa a la zona de dormitorio.